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martes, 23 de julio de 2019

La bipolaridad política de los falsificadores


La bipolaridad política de los falsificadores
 

¿UNA TERCERA VIA ENTRE EL CATASTROFISMO Y EL PTS?





Por Javier Becerra
El PTS quiere meter una cuchara (democratizante y desmoralizada) en la pelea rupturista de Altamira con el PO

Hace pocos días la prensa obrera publicó un artículo de Guillermo Kane en el que pretende hacer al mimo tiempo una delimitación tanto con el PTS como con Jorge Altamira y “su grupo”. El artículo, escrito y publicado en función de salirle al cruce a la intervención “oportunista y desmoralizadora” del PTS (el autor no explica sobre quién sería el efecto desmoralizador pero entendemos que sobre la mentada “mayoría” y su militancia) no supera por lo tanto el balbuceo hibrido –con una cuota grande de cinismo- entre las dos posturas que busca criticar. El artículo, en definitiva, demuestra la enorme debilidad teórica de una “mayoría” que se topa con el significativo problema de tener que justificar su existencia más allá de un aparato, es decir, a través de un programa y una estrategia que la diferencie del resto de la izquierda, incluido el propio “altamirismo”. El artículo, apresurado y no menos “oportunista” que el del PTS, mete en un brete a la dirección del PO del cual busca salir con exhortaciones y calificativos peyorativos sin el mas mínimo desarrollo tanto contra el PTS como contra Altamira.

Kane comienza recordando un tweet de Andrea D,tri conmemorando los 30 años de su corriente haciendo énfasis en que en el reducido mensaje se señaló que en esas tres décadas “no paso nada”. “Muchos compañeros –continua Kane- que no siguen la elaboración teórica de esta organización se sorprendieron”. Kane, quien se jacta de ser el mismo un conocedor de esa elaboración, no hace más que desnudar una debilidad y una responsabilidad de la propia dirección a la que pertenece. La dirección mayoritaria del PO nunca quizo un debate de programa y estrategia serio con el PTS, algo que Altamira reclamo sistemáticamente (Cinismo I). Lo ha rechazado sistemáticamente reemplazándolo por artículos sobre divergencias “tácticas” que en la mayoría de los casos no son más que textos autorreferenciales plagados de chicanas en tal o cual frente sindical o estudiantill. Por otra parte (cinismo II) parte de la propia dirección del PO se ha mostrado encandilada ante el desarrollo de la corriente internacional del PTS (FT-CI) llegando incluso a insinuar que sus pasos deberían ser imitados por la CRCI, destacándose entre ellos un asiduo y nobel editorialista de la nueva prensa obrera destacado por su anti altamirismo, y un rabiosamnete indignado dirigente cordobés que no soporto el balance crítico de Altamira sobre las elecciones en su provincia. Si el PTS puede meter una “cuchara desmoralizante” en las filas de la “mayoría”, es pura responsabilidad de una dirección que no prepara a su militancia para encarar debates estratégicos con el resto de las corrientes y que además siembra confusión con su ambigüedad política en relaciona sus aliados en el FIT

La respuesta que se ensaya contra las “tres décadas de vacío” demuestra el desconocimiento total del planteo del PTS. Kane antepone una respuesta nacional trotskista (con algunos datos “internacionales” de los últimos años) a un planteo que caracteriza toda una etapa del desarrollo capitalismo y de los niveles de conciencia de la clase obrera internacional. Contrapone torpemente al escueto planteo de D’ Atri –ampliamente desarrollado en infinidad de artículos de dirigentes del PTS a los cuales obviamente Kane no apela ni de casualidad- con una amalgama de sucesos de la lucha de clases argentina para demostrar que “si pasaron cosas”. EL planteo del PTS, en realidad, busca demostrar una victoria en toda la línea de la burguesía y el imperialismo a escala planetaria a partir de tres sucesos que encadenan: la derrota del último ascenso revolucionario 1968-1981; la ofensiva neoliberal, y la restauración capitalista en los ex estados obreros (la cual sería producto de las contradicciones internas de la burocracia y no de la presión de la propia crisis capitalista de manos de una burocracia integrada a la economía mundial), fenómenos, que dicen ellos, provocaron un enorme retroceso en la subjetividad de la clase obrera. El PTS, no hace que demostrar, ni más ni menos, la existencia de una “ofensiva estratégica de la burguesía”. Remember? Los buenos lectores y los militantes comprometidos seriamente con los debates del XXVI Congreso del PO deberían recordar este postulado tan discutido que cuenta con las huellas digitales de los dirigentes de la “mayoría” del PO (Cinismo 3). Hasta ahora el PTS no se ha cobrado los derechos de autoría.

Mas allá del acuerdo o desacuerdo con estos postulados del PTS y con todas las críticas que se le puedan realizar, buscan dar un contenido “internacionalista” a lo que Kane responde de modo absolutamente “ provinciano”. El PTS monta su estrategia sobre una caracterización de conjunto. Es allí, por ejemplo, donde se debería buscar el origen del “dialogo” entre Gramsci y Trosky, entre otras “novedades” teóricas y políticas que sostienen (Sobre Clausewitz no nos podemos hacer cargo de las burradas que digan otros. Señalar que su uso es parte de un capricho estrafalario del PTS es desconocer los orígenes de los aportes de la ciencia militares a la estrategia del marxismo revolucionario).
Aunque Kane se queje por “la desconexión confesa” entre los fenómenos de la crisis económica y la lucha de clases que expresa el PTS, y que señale que todo es parte de “una justificación prefabricada para dedicarse a la autoconstrucción de un aparato y justificar sus adaptaciones” (Cinismo 4), debería partir de reflexionar sobre que tipo de estrategia política se está dando la corriente anticatastrofista con la que polemiza. Explicar eso, si constituiría un aporte al debate de estrategias, pero Kane prefiere solo decir que “son aparatos”. Es decir, Kane no solo rechaza la tarea de tener que explicar cuál es el origen anticatastrofista del PTS sino que también rechaza profundizar sobre cuál es su estrategia política. ¿Cuál es motivo de semejante desplante? ¿incapacidad? ¿pereza intelectual? Enfrentar seriamente al PTS en términos de debate de estrategia y programa pondría a Kane ante la traumática experiencia de tener que dar cuenta sobre cual es la estrategia política que debería desplegarse a partir del “catastrofismo” que dice defender la dirección actual del PO oposición a la estrategia de los anticatastrofistas. Como los perros de la biblia, debería volver sobre su propio vomito.

Como los zapatos aprietan, Kane debe apelar al bagaje teórico catastrofista del PO clásico para intentar rebatir al pts creyendo que con una vulgar apelación al mismo alcanza para posar de marxista revolucionario e internacionalista. Sin embargo, la inevitable concesión al enemigo Altamira termina desnudando rápidamente la deriva estratégica de la “mayoría” dirigente pasando del desfazaje confeso del PTS al desfazaje vergonzante y estratégico del PO. No alcanza con decirse catastrofista y realizar una enumeración de combates de la clase obrera solo como una enumeración de datos objetivos que adornan el carácter de la crisis mundial. Lo que se espera de una catastrofista es que plantee que esos combates se constituyan en parte de la experiencia estratégica del proletariado, es decir en la “experiencia viva de nuestra época” sobre la cual interviene un partido revolucionario intentando orientar y hacer avanzar a la clase hacia el poder. Por esto mismo la importancia de las consignas de poder uniendo las luchas actuales con una experiencia estratégica cumulada en la clase obrera y las masas. Al colocar los combates de la clase obrera solo de manera cosmética y como referencias tabicadas “del clasismo”, la dirección actual del PO parece inferir que la experiencia del Argentinazo, solo por nombrar uno de los hitos que cita Kane, habría quedado cerrada, al mismo tiempo que corta cualquier hilo de continuidad –incluso en lo teórico- con las experiencias mas profundas del proletariado en décadas anteriores (huelga general, congresos obreros, tomas de fabricas, coordinadoras, etc).
La cantinela de “ganar a las masas”, “ganar más sindicatos”, “ganar más bancas” son formulaciones huecas (que no incomodarían a ningún socialdemócrata) si no son parte de una estrategia revolucionaria, es decir, si no está orientada hacia la toma del poder. En este aspecto es cuando se observa toda la crisis teórica y estrategica de la mayoría del cc: “el PTS es anticatastrofista y tiene una orientación conservadora. Nosotros somos catastrofistas y también tenemos una orientación conservadora”. La reivindicación folclórica del catastrofismo no vale nada cuando no se construye y se prepara un partido para la catástrofe, es decir con una estrategia revolucionaria para vencer.
El “catastrofismo” de Kane lo lleva incluso a señalar que “las condiciones objetivas para la revolución están más que maduras”, para señalar casi de inmediato que el poder burguesía “promueve grandes bloqueos políticos”. Las oscilaciones políticas de izquierda a derecha de la cual emergen fenómenos circunstanciales tipo Bolsonaro son las que hacen sucumbir a la dirección actual del PO, cuando solo se tratan de impulsos desesperados que provienen únicamente de la superestructura y que no hacen más que expresar toda la inestabilidad del sistema. El desfasaje entre catástrofe económica y estrategia política por parte del CC del PO no podría ser mayor. Darle la mano al PTS para criticar el catastrofismo “afiebrado” del altamirismo, tiene su correlato en una paciente - y conservadora- tarea de preparación para enfrentar los momentos álgidos. Asi es, los mismos que critican el conservadurismo del PTS desenvuelven una orientación similar y la defienden a rajatablas ante las posiciones de Altamira y su grupo. Basta para ello recordar el articulo al respecto del “conservadurismo de la clase obrera” escrito por Miguel Bravetti –otro miembro de la “mayoría”- de hace pocos días (Cinismo 5).

El "catastrofismo" de Kane y la nueva mayoría pone al partido –es decir el factor subjetivo por excelencia- a invernar, es decir en un lugar secundario como si estuviésemos atravesando una lenta evolución orgánica (lo que si plantea el PTS). “Las bases no dan”, “poner el oído a las masas” y todos los “proverbios de la gradualidad” que se nos ocurran a pesar de la crisis catastrófica del capital y de decir que “las condiciones objetivas para la revolución están maduras”. Son precisamente esas premisas catastróficas las que dan pleno sentido a la estrategia revolucionaria, así como al partido mismo y a su dirección por oposición al tacticismo rayano en el oportunismo y la capitulación. En una etapa caracterizada como lo señala el PTS no habría demasiado que hacer desde el punto de vista subjetivo, sin embargo, para una corriente –y especialmente para su dirección- que se define como catastrofista se debe partir de la comprensión de que cualquier giro brusco pondría de inmediato en juego el rol del partido revolucionario.

El detalle que faltaba

Kane soslaya el silencio del PTS en relación al derecho a fracción solicitado por Altamira y su grupo. Es interesante, porque justamente el partido que se reivindica como el más cabal enemigo del régimen de partido único fundamentando su estrategia en el sovietismo, no ha dicho ni mu sobre el democrático y genuino reclamo de la fracción publica del PO. Este problema, lejos de ser “reboleado” al rincón de los problemas interno del PO constituye un problema de debate estratégico para la vanguardia obrera en su conjunto. Se debe reafirmar que a cada estrategia le corresponde un régimen interno, que no es más que el germen del régimen social por el que se lucha ¿no es esto del mayor interés para cada obrero o joven que se acerca a las ideas del troskysmo? Está claro que la omisión de Kane por la falta de posición del PTS al respecto, es de su absoluta conveniencia, pero junto con el vergonzoso desfazaje entre catastrofismo y estrategia pone al descubierto toda una concepción de partido. La vanguardia interesada sabrá sacar las mejore conclusiones


Fuente: https://www.facebook.com/javier.becerra.3194/posts/10220862110092196

Nota a la que hace la crítica : https://prensaobrera.com/politicas/64696-el-pts-quiere-meter-una-cuchara-democratizante-y-desmoralizada-en-la-pelea-rupturista-de-altamira-con-el-po 

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Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

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