The people united will never be defeated - ¡Proletarios del mundo, uníos!

domingo, 30 de septiembre de 2018

“Vivir con lo puesto”, un presente griego





El nuevo acuerdo firmado con el FMI tiene el objetivo declarado de asegurar el repago de la deuda pública de Argentina hasta fines de 2019. Pero constituye, por sobre todo, un reconocimiento del cierre del crédito exterior por un par de años. Lo admitió Macri en un curioso tono triunfalista: “no necesitaremos colocar deuda en el mercado internacional por tres años”.

El cierre del financiamiento externo, sumado al congelamiento total del crédito interno, significa sin embargo que la economía de Argentina deberá vivir bajo “un régimen de caja”, en el que solamente se podrá gastar lo que ingrese. La consecuencia inevitable será una gran depresión de la economía, como ha ocurrido con en Grecia, cuyo PBI ha caído un 25 por ciento desde el inicio del ‘rescate’. Los macristas y el FMI, han hecho realidad la consigna de su archi-rival, el fallecido Aldo Ferrer, de “vivir con lo nuestro”. Quienes hicieron gala de que ‘abrían’ Argentina al mundo y ponían fin al cepo, para recrear el crédito internacional, se han replegado a una autarquía recesiva sin precedentes. Enseguida de firmado el acuerdo, el Tesoro renovó Letras a tasas superiores al 7% - una tasa que hace imposible obtener crédito internacional. Una parte considerable del ‘paquete’ del Fondo, u$s6 mil millones hasta fin de 2018, ha sido comprometida, debido a la escasez de reservas, para contener una mayor devaluación del peso (u$s150 millones por día) – lo que reduce en forma considerable el dinero destinado al repago de los acreedores. Asimismo, aún falta ‘desarmar’ unos $200 mil millones de Lebac, lo cual llevará a nueva emisión de deuda del Tesoro y a mayor presión sobre el dólar, indistintamente.

Un punto del pacto con el Fondo establece una llamada “banda cambiaria”, que permite que la cotización del dólar oscile entre 34 y 44 pesos, pero que luego fue llevada a 48. Es una ‘banda’ móvil, que próximamente verá aumentado su rango. Esta cláusula implica el reconocimiento de que el reducido monto de las reservas internacionales netas, unos u$s16 mil millones, incapacitan al Banco Central para intervenir en el mercado de cambios. La mayor parte de esas reservas, unos u$s35 mil millones, están prendados a bancos del exterior, contra la garantía de títulos públicos y también nuevos canjes con Banco Central de China. La tendencia bajista de la cotización de estos títulos ha obligado al Banco Central a entregar dólares frescos o más títulos públicos a sus acreedores para mantener el valor de la garantía. Por otro lado, la ‘banda’ desalienta el ingreso de fondos especulativos, lo cual reduce todavía más la posibilidad de financiamiento exterior, aunque sea cortoplacista. Es que las inversiones en pesos (para aprovechar las altas tasas de interés internas) pueden ser afectadas por una movida del dólar hacia el extremo superior de la banda. No está claro, todavía, qué ha pasado con el propósito del FMI de recapitalizar el Banco Central con u$s25 mil millones, o sea si hay alguna cláusula que destine a ese fin una parte del dinero prestado.
La ‘banda’ en cuestión es un artificio precario para mantener ‘estable’ la cotización del dólar, pues esta cotización depende de los movimientos de capitales a nivel mundial. Al día siguiente del acuerdo, el dólar volvía a subir, por ahora un 3 por ciento, a más de 40 pesos el dólar. En la medida en que se acentúe la fuga hacia Estados Unidos, desde Europa y China incluidas y, por supuesto, desde América Latina, la devaluación del peso no se podría frenar. En la misma dirección apunta el aumento del precio internacional del petróleo, que podría llegar a u$s100 el barril. Por último, la tasa de precios en Argentina anuncia una suba del 7% para septiembre y nuevos tarifazos, lo cual desactualiza los tipos de cambio que se mueven en esa banda.

La envergadura del deterioro del salario real no solamente implica un derrumbe, de características catastróficas, del mercado interno. También torpedea las paritarias a la baja que ha firmado la burocracia sindical. La Unión Ferroviaria se ha visto obligada a declarar una huelga que la ‘conciliación obligatoria’ apenas dilatará por un tiempo corto. El pacto con el FMI sacude todo el equilibrio político que ya es bastante precario. El pejotismo deberá ahora votar un presupuesto-FMI y una política de desplome industrial. Todo esto es lo que los gurúes del exterior califican de ‘riesgo político’. El acuerdo ha convertido al Banco Central en una sucursal del Fondo, sin margen para una política monetaria. Lo ha reducido a un status inferior al de la convertibilidad. Algunos observadores señalan que sería reemplazado por el Banco Nación en las operaciones de cambio, lo que equivale a un secuestro de los ahorristas y perfila una crisis bancaria.

Un aspecto destacado de los comentarios que han acompañado el nuevo acuerdo con el FMI, es el espacio que reservan a “los cuadernos de Centeno”, que ahora han llevado a Comodoro Py a Techint y Pampa Energía. La clase social que dirige Argentina se encuentra procesada judicialmente. La obra pública con un esquema de privatización, ha quedado enterrada por ausencia de corporaciones libres de culpa y cargo, y por la falta de financiamiento privado que debía sustentarla. La burguesía enfrenta la bancarrota económica con una estructura política inviable.

Ha comenzado la etapa de la gran confrontación: Macri-FMI, con la complicidad ‘opositora’, o los trabajadores.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Los próximos desafíos del movimiento estudiantil

| #1521

Después de la rebelión educativa y los triunfos en Medicina, Farmacia y Veterinaria

Las elecciones de Exactas confirmaron que la rebelión educativa creó un nuevo cuadro en la universidad, donde la izquierda se ganó un lugar como la expresión más consecuente en la lucha contra el ajuste. Sólo así se explica el salto de la Izquierda en Exactas (PO+IS) que nos dejó a 27 votos de ganarle la conducción del Centro de Estudiantes a La Mella y un crecimiento de 7 puntos respecto de la elección anterior.

Los resultados de Exactas ofrecen una imagen precisa del impacto que tuvo la lucha en el proceso electoral. En la urna del lunes 3 de septiembre, nuestra lista había obtenido el 26% de los votos. Ese día una asamblea estudiantil votó la toma de la facultad y la suspensión de la elección, que se retomó el lunes 17. En el medio, no sólo atravesamos una ocupación de una semana, grandes asambleas, cortes de calle y festivales, sino también la traición de los sindicatos K que entregaron la paritaria docente. En esas dos semanas, los estudiantes de Exactas tuvieron la oportunidad de constatar el papel de cada corriente en la lucha contra el gobierno y el resultado fue un vuelco hacia la izquierda.

El FEM-La Mella, después de un fallido intento de polarización con La Cámpora, se subió al carro de Feinman y Clarín e hizo gala de macartismo. Que finalmente hayan podido retener el Centro con una campaña anti-izquierda muestra, de un lado, la base reaccionaria de su corriente y, del otro, los límites de la experiencia de las últimas semanas que no terminó de envolver a la masa de la facultad. En cualquier caso, los enfrentamientos que se vienen serán una buena oportunidad para que más estudiantes agoten la experiencia con el kirchnerismo. Partimos para esta tarea con el apoyo de un tercio de la facultad y un potente reagrupamiento militante.

Las elecciones que faltan

Terminada esta primera tanda electoral, quedan cinco facultades por votar.


En todas ellas, la UJS va a pelear por la conducción de los centros de estudiantes. En Filosofía y Letras, la lucha política es, de algún modo, similar a la de Exactas, aunque partimos de la situación inversa. Allí, el centro conducido por la izquierda fue un motor de la rebelión educativa ocupando la facultad por tres semanas con un programa de reivindicaciones estudiantiles. Allí enfrentaremos al Colectivo K, cuyo slogan es la ‘unidad contra Macri’ y apoya a una gestión que precariza a los trabajadores.

En Psicología y Sociales, el procesamiento del balance de las tomas va a ser determinante en el resultado electoral. En Psico, la toma dividió campos. De un lado, se consolidó un bloque del activismo y la izquierda que se puso al frente de la lucha y, del otro, el EDI-Nuevo Espacio y el decano Biglieri que, con el apoyo de todos los alcahuetes del gobierno, salieron al ataque contra la movilización estudiantil. El frente de La Mella y Libres del Sur que conduce el Centro aparece presionado por estas dos tendencias, lo que llevó a que en la última asamblea ni siquiera tomaran la palabra. Nuestro planteo es un frente único de la izquierda y el activismo para recuperar el CEP. En Sociales, la única facultad que continúa ocupada, hay un proceso político riquísimo. La UES, luego de viabilizar el fraude macrista en la Fuba y defender al patotero Cristian Bay, está en la picota. Allí, la izquierda competirá con el kirchnerismo, que fue quien llevó a la UES al centro.
En Fadu, donde las autoridades ya habían perdido las expectativas, el giro kirchnerista de La Corriente-CR volvió a poner el centro en peligro. Su insistencia en integrar a Nuevo Encuentro a la conducción, abandonando 17 años de independencia política, quebró al Centro de Estudiantes de Arquitectura y Diseños y divide al activismo. La UJS, actual vicepresidencia del centro, se puso al hombro la tarea de defender una lista independiente. Llamamos a los activistas del centro y a la izquierda a sumarse a esta pelea.

Finalmente, queda Agronomía, donde vamos a pelear por una lista de todo el activismo que debata su programa y candidatos en asamblea y sea un canal para destronar a los derechistas de Línea de Agronomía Independiente y abrirle paso al movimiento estudiantil.
 
La lucha que está dando la UJS por una dirección de lucha y aliada a los trabajadores para el movimiento estudiantil es parte de la pelea por derrotar el plan de guerra del FMI, Macri y los gobernadores, así como darle una salida a la crisis nacional. 

viernes, 28 de septiembre de 2018

[Editorial] Una caldera en ebullición

[Editorial] Una caldera en ebullición
Corte del sindicalismo combativo en la Panamericana durante el paro del 25
 
 
 
 
| #1521





La adhesión que recogió el paro nacional muestra que Argentina se ha transformado en una caldera social a punto de ebullición. El retroceso del nivel de vida de la población trabajadora ha adquirido características dramáticas. En sólo meses, el salario mínimo vigente quedó reducido a 260 dólares, de los más bajos en América Latina. Millones de jubilados reciben sólo 220 dólares mensuales. Pero la ofensiva capitalista contra las masas laboriosas está lejos de haber concluido. El nuevo pacto con el FMI viene con la exigencia de una devaluación aún mayor, para desvalorizar todavía más los ingresos de los trabajadores. En estas condiciones se entiende que todos los partidos y políticos patronales, incluidos acá los burócratas sindicales de todo pelaje y la Iglesia, se hayan trazado la perspectiva de la defensa de la gobernabilidad de Macri. El kirchnerismo ha hecho punta en este sentido, con su campaña de que a Macri hay que derrotarlo… en las elecciones de 2019. Mientras tanto, le dejan el camino libre para avanzar con el ajuste pactado con los gobernadores y el FMI.

Evitar la explosión

La burocracia sindical concibió el paro como una maniobra de descompresión. Evitó imprimirle un carácter activo, ya sea por medio de piquetes o con una concentración multitudinaria en Plaza de Mayo. A este operativo se sumó, con una perfidia pocas veces vista, el ala disidente de la CGT comandada por Moyano y la Corriente Federal. Luego de anunciar que harían un paro de 36 horas con concentración frente a la Casa Rosada, la inmensa mayoría de los sindicatos decidió no parar. Los Moyano (padre e hijo) se bajaron de la lista de oradores del acto del 24, al que tampoco movilizaron al Sindicato de Camioneros. En estas condiciones, la jornada de 24 terminó siendo una acción esmirriada, con presencia casi exclusiva del triunvirato piquetero dependiente del Vaticano.

De este operativo de contención participó el aparato de intendentes que sostiene la candidatura de Cristina Kirchner y, desde ya, los gobernadores que han acordado con el gobierno los términos del ajuste que será plasmado en el Presupuesto 2019 reclamado por el FMI. La burocracia sindical que convocó el paro es dependiente del aparato del Partido Justicialista y está tan dividido como éste. Mientras Moyano se bajaba del acto del 24 y ordenaba no movilizar a su gremio, circulaba la información que estaba trabajando para acercar posiciones entre Cristina Kirchner y Massa. Una delegación del moyanismo se reunió con Massa en la previa al paro, sin que se conociera del ex jefe de Gabinete de Cristina y compañero de viaje de Macri a Davos ninguna palabra de apoyo a la medida de lucha.

El operativo de contención en torno del paro, para reducirlo a una jornada aislada, incluyó su vaciamiento programático, quitando las reivindicaciones más importantes de los trabajadores. La primera de ellas, a saber, la reapertura de paritarias para recuperar lo perdido por la inflación, fue ignorada olímpicamente. Frente a un rodrigazo de dimensiones similares, fue la lucha por una paritaria del 100% lo que llevó a la huelga de junio y julio de 1975, que derivó en la caída del ministro de Economía, Celestino Rodrigo, y del fascista José López Rega. La voz de orden de la burocracia sindical y de todo el peronismo es evitar que se repita la historia -o sea, que el rodrigazo no sea respondido con una huelga general. Se entiende por qué: la burocracia viene de firmar en todos los sindicatos paritarias a la baja, en complicidad con sus respectivas patronales. Para éstas, y sobre todo para la burguesía industrial, la crisis ha dejado un saldo favorable que no quieren perder -la enorme desvalorización de la fuerza de trabajo. En su relato, el peronismo-kirchnerismo presenta a estas patronales como víctimas del ‘modelo financiero’ del macrismo y las reivindica como las fuerzas motrices de su ‘modelo nacional y popular’. La burocracia centroizquierdista comparte este punto de vista y ha limitado las acciones posteriores a jornadas de protesta contra el Presupuesto 2019.

En estas condiciones, los discursos pronunciados en la Plaza de Mayo en la jornada del 24 repitieron hasta el cansancio la necesidad de evitar que la crisis derive en una explosión social. La única voz disidente fue la de Pablo Micheli, quien planteó que el gobierno debe irse. Pero su radicalización duró menos que un suspiro. Rápidamente salió a explicar que eso debiera ocurrir recién en las elecciones del año que viene.

Luchar por derrotarlos

Las posibilidades de contención de la burocracia están condicionadas por el alcance de la crisis. La caída de Caputo y el encumbramiento en el Banco Central de un agente directo del FMI prueban que ésta está lejos de haber sido superada. En los próximos días, la Reserva Federal anunciará una nueva suba de la tasa de interés, lo que agudizará la tendencia a la fuga de capitales y a la guerra comercial. Justamente, los choques comerciales han derivado en una caída del principal producto exportable de la Argentina, la soja. La devaluación servirá para que los sojeros ganen más pesos, pero no puede revertir la pérdida de dólares que implica una soja a 300 dólares. Macri deberá soportar ahora una sequía impuesta por el capital.

De esta somera descripción se deduce una agudización de los antagonismos sociales, que las fuerzas capitalistas se esfuerzan en contener dentro de sus fronteras. La voz de orden que las anima es la defensa de la gobernabilidad macrista y del Fondo Monetario. En oposición a ello, planteamos la necesidad de un plan de lucha para derrotar el plan de guerra del gobierno, los gobernadores y el FMI. Reclamar al macrismo un cambio de política económica es una ilusión, o mejor dicho, una trampa. Una política basada en la satisfacción de las necesidades populares es incompatible con la permanencia de Macri en el poder. El movimiento de los trabajadores y la juventud no debe dejarse amilanar por las acusaciones de golpistas emanadas de los medios oficialistas y tampoco de los opositores contra los que planteamos la necesidad de derrotar al gobierno, y que éste sea sustituido por una Asamblea Constituyente soberana. Un cambio de este tipo requiere una acción histórica que, por definición, es altamente democrática.

Llamamos al Frente de Izquierda a adoptar todas las iniciativas que pavimenten este camino.
 

jueves, 27 de septiembre de 2018

Crisis en Nueva York cuando una huelga general paraliza Argentina





La renuncia de Luis Caputo, el presidente ‘de facto’ del Banco Central, en medio de una huelga general, es muy instructiva políticamente. La presentó, además, en las circunstancias menos convenientes: una corrida incesante contra el peso, con Macri en las Naciones Unidas, procurando ganar el apoyo de las grandes potencias, y el ministro de Economía ultimando una negociación con el FMI. Como atraído por el caos, Bonadío decidió, al mismo tiempo, citar a Paolo Rocca (Tenaris) y a Marcelo Mindlin (Pampa Energía) en la investigación de cohechos bajo el gobierno anterior. Todo esto demuestra que Argentina no atraviesa una crisis episódica sino una bancarrota económica que tiene por delante un largo desarrollo y consecuencias políticas que no han alcanzado aún su punto explosivo. En forma simultánea, Donald Tump pronunciaba en la ONU un discurso belicista en todos los sentidos de la palabra – ratificó la estrategia de guerra financiera contra aliados y adversarios, y advirtió que se disponía a utilizar recursos extremos contra Irán y la Franja de Gaza y a buscar una salida militar en Venezuela. La posibilidad cierta de que el pollo de Lula se convierta en presidente de Brasil, a partir de enero próximo, le quita el sueño a los que quieren cabalgar la crisis usando a Cristina Kirchner como espantajo. A quienes siguen haciendo política con los presupuestos anteriores a esta crisis, maquinando listas para octubre del año que viene, esta crisis se los llevará puestos en su debido momento. La clase obrera enfrenta un desafío estratégico – plantear una salida propia a lo que se convertirá en una crisis de poder.
“Mayor volatilidad”

El régimen político presente enfrenta un derrumbe del financiamiento interno y externo de la economía – el ‘defol’. Por un lado, el Banco Central, el recurso financiero último del Estado, tiene un patrimonio negativo, o sea que no tiene modo de asegurar la estabilidad de la moneda y del crédito. Concretamente, las reservas internacionales netas, u$s16 mil millones, contrastan con un pasivo monetario de cerca de dos billones de pesos (dinero circulante, cajas de ahorro, depósitos a menos de un mes). Por el otro, Argentina enfrenta necesidades financieras externas del orden de los u$s100 mil millones hasta finales de 2019 – la suma de los vencimientos de deuda externa y de los créditos que deberían financiar el déficit de pagos con el exterior. Este coctel genera una salida de ganancias, pagos de intereses y capitales que escapa a cualquier cálculo. La dimensión de la crisis escapa a las posibilidades de contención del Fondo Monetario Internacional.

Cuarenta y ocho horas antes de la nueva crisis, toda la prensa financiera destacaba “la estabilidad del tipo de cambio”, “la caída del ‘riesgo-país’” y el desarme ‘exitoso’ de un nuevo tramo de Letras del Banco Central (Lebac) que se habían convertido en nuevas Letras del Tesoro a plazos de seis meses. Inoportuno ‘canto de victoria’ – el FMI impugnó el costo de esta ‘estabilidad’, obtenida por medio de nuevas ventas de dólares, que salían de la plata que había prestado el FMI, y con un procedimiento cuestionable. Ocurre que Caputo recurrió a la venta directa de divisas a los bancos – una suerte de cartelización de la compra de dólares – en lugar del método convenido de licitaciones o subastas. Apenas había asumido se fue corriendo a la mesa de operaciones para vender dólares y futuros de dólar para contener la suba de la divisa. Caputo lo hizo durante tres meses incesantemente y fracasó a pesar del apoyo del FMI y de los grandes fondos globales que ahora están inquietos para llevarse sus "inversiones" para limitar las pérdidas. Muy pocas chances de victoria. El ex presidente del Central es un agente de los fondos internacionales que se clavaron con Lebacs y Letras en pesos, y que necesitan salir del pozo con el dólar más barato posible. La renuncia de Caputo saca a la luz un enfrentamiento de Pimco, BlackRock y Templeton, los más importantes del planeta, con el FMI. La pelea va ahondar la crisis; los diarios del miércoles cuentan que el JP Morgan prevé “mayor volatilidad”. Los famosos Paradise Papers revelaron que Caputo es gerente de fondos de inversión en las Islas Caimán, que nunca informó, como de otros fondos controlados por el fondo de su propiedad, Noctua, con sedes en Delaware y Miami (Emilia Delfino, Perfil, 17.2.18).

Los fracasos del FMI

Para arruinar el nuevo negocio con el FMI (luego de haberlo hecho con el primero), se hizo correr la bola de que el Fondo adicionaría u$s25 mil millones a los 50 mil millones pactados hace tres meses – sin presentar ninguna prueba. La evidencia de que el nuevo acuerdo sólo agrega u$s5 mil millones, ha pinchado las expectativas. Del mismo modo, el FMI ha ratificado que su paquete financiero no apunta a vender divisas en el mercado de cambios, sino a funcionar como garantía del pago de la deuda externa, con la condición de que tenga por base un ajuste fenomenal que haga innecesario su uso. A esto apunta la propuesta de establecer una banda cambiaria, que autorice la oscilación del peso/dólar. Ningún ajuste excepcional, sin embargo, puede proveer el financiamiento que requiere Argentina, y muchos dicen que tampoco llegará al ‘déficit primario cero’, tanto por razones económicas como por la resistencia popular. Esto explica que el proyecto de Presupuesto elaborado por el gobierno establezca la autorización para “reestructurar la deuda pública”, que es una forma de declarar el ‘defol’. Es lo que no pudo imponer el FMI en Grecia, debido a la oposición tajante de Alemania y Francia.

Cuando se recorre todo el espinel de la crisis actual, desde su comienzo, se percibe que los fondos internacionales advirtieron, en diciembre pasado, que Macri no podría imponer sus contrarreformas fundamentales sin enfrentar una lucha popular de envergadura y una crisis política. Macri impuso la confiscación de un trimestre entero de las jubilaciones, pero no ha podido avanzar en las ‘reformas’ laboral y previsional. Así fue interpretado el abandono sucesivo de las diferentes políticas monetarias subsiguientes, que pretendían aflojar el ahogo crediticio interno. Esta crisis ‘sistémica’ del macrismo explica, en última instancia, la corrida cambiaria ulterior, luego dos años de salida de capitales disimulado con un fenomenal endeudamiento. La negativa del FMI a financiar la salida de dólares y la devaluación consiguiente, pone en cuestión los ajustes tarifarios al dólar y la libertad otorgada a los exportadores para dejar sus ingresos en cuentas del exterior.

Saltan los tapones

La partida de Caputo representa una crisis política mayor en el macrismo. Se va un “amigo del alma”, que supo voltear planes y ministros, y entra un comodín canjeable, Nicolás Dujovne, que estuvo a punto de perder su puesto hace un par de domingos. El tablero del macrismo opera sin fusibles – el próximo ‘corto-circuito podría hacer saltar el sistema. El ‘golpismo’ contra el que previenen tantos ‘comunicadores’ se encuentra adentro del gobierno y del régimen, no afuera, donde le quieren pasar factura dentro de cuatrocientos días.

Por último, pero para nada menos importante, la crisis internacional succiona en grande. Los grandes fondos prefieren la ‘bicicleta’ de las acciones de Wall Street, donde oportunamente pagarán la fiesta, al monopatín de Buenos Aires. Turquía cree haber controlado la corrida cambiaria, sin reparar en que se encuentra ante una crisis bancaria. Hay muchos indicios de que el Brexit podría eyectar a los conservadores del gobierno y meter adentro a los laboristas. Enseguida después de Brasil, las elecciones de medio término podrían deparar una derrota importante a Trump, en la primera semana de noviembre. En este caso, se desataría una guerra política sin cuartel en Estados Unidos.

Es necesario explicar el carácter y el alcance de la crisis a la clase obrera, y debatir seriamente acerca de ella con los activistas y los luchadores. Una comprensión de la crisis fortalecerá la convicción de la clase obrera acerca de la necesidad de un paro activo nacional, la huelga general, la deliberación de bases del movimiento obrero y un planteo de poder – fuera Macri, reemplazo del régimen actual por una Asamblea revocable soberana, por un gobierno de trabajadores, por la Unidad Socialista de América Latina.
 
Para mi el tema es la base monetaria no creceria nada o sea con una inflacion del 6% en septiembre la base monetaria no sube nada o sea va a faltar plata o volveran los patacones y Lecops

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Subte: por una lista de frente único antiburocrático y de lucha


Ante el adelantamiento electoral en la AGTSyP
Agrupación Naranja del Subte
La conducción del sindicato AGTSyP ha convocado, entre gallos y medianoche, un inesperado adelantamiento de las elecciones para el día 28 de noviembre para la renovación de Secretariado Ejecutivo cuyo mandato vence el 28 de marzo de 2019.

¿Por qué el apuro si las elecciones podían hacerse a mediados de marzo, cumpliendo todos los requisitos legales? La respuesta de la conducción es que la Secretaría de Trabajo de Triaca, va a postergar la homologación de la nueva dirección, más allá del vencimiento de la actual. Se trata de una especulación: las arbitrariedades de los Triaca no tienen fecha y en todo caso se combaten con lucha y no con manipulaciones de calendario.
La realidad es que el cronograma electoral anunciado es un traje a medida para la re-reelección de Pianelli-Segovia (Roja y Negra) que van por los 12 años en la conducción de la AGTSyP.  La presentación de las listas, que vence en 20 días, apunta a una fuerte restricción a la oposición, al acortar el tiempo de debate  en términos de la conformación de listas, elección de candidatos y votación de programas. El oficialismo, en cambio, corre con la ventaja del manejo del aparato y los cargos rentados. También el adelantamiento limita la campaña electoral en una elección que determinará la orientación del sindicato por los próximos 4 años.  


La actual conducción debe ser reemplazada

La conducción actual de la AGTSyP debe ser desplazada porque es la responsable de la esterilización de lo que fue una avanzada de lucha del movimiento obrero por medio de la subordinación al Estado. Primero al gobierno de los K y los Tomada, y luego como garante de la “gobernabilidad” macrista. Ellos y sus mandantes k  co – redactaron y votaron la Ley del subte que  otorgó al macrismo la suma del poder y contiene cláusulas represivas con las que hacen desfilar a delegados y activistas por Tribunales.

Con la teoría de que hay que evitar la sublevación obrera para permitir que en octubre de 2019 un frente de partidos patronales releve al macrismo, mantienen paralizado al sindicato permitiendo una ofensiva sistemática de patronal y gobierno que se expresa en pérdida de conquistas y en la subordinación del gremio a la alianza de Metrovías, el gobierno y la burocracia de la UTA.

Por esa ruta, se rebajaron los sueldos, se redujo personal, avanzó la flexibilización y tercerización en el trabajo, se mantienen condiciones críticas de seguridad e higiene. Y, muy grave, la patronal recobra día a día la autoridad discrecional en los lugares de trabajo, sancionando, judicializando las luchas, manipulando un servicio médico persecutorio.  Arrebataron la personería gremial de AGTSyP, la someten a las decisiones de la UTA, sancionan y procesan sus delegados por luchar; le bloquean la recaudación del sindicato, llegando al extremo de la represión policial y la detención y encausamiento de delegados y dirigentes. 

Ante este cuadro, ¿puede continuar dirigiendo la conducción que evitó una confrontación real con patronal y gobierno, con medidas distractivas e inoperantes (apertura de molinetes con reparto de café) extendidas indefinidamente en el tiempo, mientras las sanciones superaban el centenar?

¿Puede continuar en la conducción quienes, para zafar de semejante cerco patronal humillante, en lugar de luchar, firmaron la rendición acordando con las actas salariales a la baja de la UTA y un acta anti-huelga que ata las manos del sindicato, que no podrá responder a una ataque patronal antes de 20 días, aun tratándose de un despido? (art 5 del acta). ¿Y aceptando que no se puede impedir que  personal jerárquico o carneros manejen los trenes en caso de resolverse medidas de acción? 

Una capitulación que debilita y desmoraliza ante una empresa y gobierno agresivos, que en vísperas de la re - concesión del subte a las privadas,  ya anuncian que avanzarán sobre la jornada de 6 horas y reducirían el personal a la mitad. Hay que volver al programa y los métodos del histórico cuerpo de delegados que colocó a los trabajadores del subte a la vanguardia del movimiento obrero.

 Organizar una lista de frente único antiburocrático 

La ofensiva anti obrera del gobierno y la pasividad de la conducción Roja y Negra nos plantea al momento de la elección -además de reclamar una fecha electoral no restrictiva – la tarea inmediata de reunir fuerzas en el campo de los luchadores.
La experiencia en la elección del 2015, donde la oposición fue dividida, fue negativa para los trabajadores. En esa ocasión la oposición creció obteniendo más del  44% de los votos (Bordo-Violeta 27% y la Naranja 17%). Hasta último momento la Naranja propuso conformar la lista mediante el método asambleario abriendo la participación del activismo para votar candidatos y programa.  Lamentablemente, no fue aceptado por otras agrupaciones de oposición. La Naranja respetó el método propuesto y votó su programa y candidatos en una asamblea de activistas.
La Naranja del Subte ha difundido una propuesta y llamamiento a la conformación de un frente único antiburocrático que se presente  a la elección sobre la base de esas consideraciones y un programa y un método:

1.  Por la conquista de la personería de la AGTSyP;
2.  Defensa del convenio colectivo y el salario, reapertura de la paritaria; 
3.  Derogación de toda legislación y disposiciones que limiten el derecho a huelga; 
4.  Protocolos de seguridad laboral y comisiones obreras de seguridad e higiene, con potestad de veto sobre tareas riesgosas; 
5. Levantamiento de todas las sanciones por luchar y juicios de desafueros (con pedidos de despidos) y el cese de las persecución gremial; 
6. Reintegro del impuesto a las Ganancias por la patronal (que tiene el cofre lleno de tanto robar) o del gobierno de la Ciudad; 
7. Defensa de la jornada de 6 horas y sanción definitiva de la insalubridad;  
8. 82% del salario al cese y móvil para jubilados. Jubilación a los 55 años (insalubre); 
9. Estatización del Subterráneo bajo control de trabajadores y usuarios, para acabar con los concesionarios parasitarios, que se roban los subsidios, inflan las tarifas, tercerizan el mantenimiento y no invierten en seguridad laboral y del pasajero; 
10. Proponemos una reforma del Estatuto de AGTSyP, representación  en el Secretariado Ejecutivo proporcional a los votos obtenidos (con el actual Estatuto las listas opositoras que obtuvieron 44% de los votos en 2015, sólo accedieron a 3 vocalías sobre las 27 secretarías).


Llamado

Llamamos a todos los activistas y agrupaciones que se reclamen del campo antiburocrático y de lucha, a constituir ese frente para dar la batalla por una nueva dirección de lucha, antiburocrática e independiente del Estado patronal, sus partidos y la burocracia sindical de todos los colores.
Que una asamblea que reagrupe al activismo vote el programa y orden de candidaturas. Esa asamblea será un hecho político que dará impulso a la campaña por una nueva conducción de lucha.

Fuente: https://prensaobrera.com/sindicales/44348-subte-por-una-lista-de-frente-unico-antiburocratico-y-de-lucha

martes, 25 de septiembre de 2018

Comercio: por qué llamamos a votar en blanco


 
Ni Cavalieri, ni Muerza: por una alternativa de los trabajadores
Combativos Mercantiles
El 28 de septiembre se realizarán las elecciones del Sindicato de Empleados de Comercio (SEC) de CABA, la seccional más grande de los trabajadores mercantiles. La novedad es la postulación de una lista que compite con Armando Cavalieri, encabezada por Ramón Muerza, que fue un desprendimiento de la propia burocracia aunque se presenta como la "renovación" o el “cambio”.

De dónde venimos

En el marco de una inflación del 40%, los tarifazos en los servicios y la devaluación, la “costumbre” de Cavalieri de firmar paritarias a la baja (15% más un 10% en cuotas que todavía no vimos), nos deja como resultado un salario de los más bajos de los trabajadores.

A su vez, se han perdido 6.000 puestos de trabajo en supermercados y se profundizan las presiones patronales en los call center sin ninguna resistencia por parte de la conducción del sindicato. Pretenden llevarnos a la polifuncionalidad para reemplazar el trabajo de los compañeros despedidos como lo demuestran los formatos Express de Carrefour, los Dia% y otros, donde los empleados cumplen a la vez tareas de cajero, repositor, limpieza, descarga de camiones y demás – sin pagar ningún plus por la multitarea realizada que además está prohibida por el convenio colectivo de trabajo.


Con el PPC (programa preventivo de crisis) de Carrefour o la avanzada actual en Walmart negociando la indemnización de los trabajadores, el SEC habilita la imposición de una reforma laboral en los hechos. Ni hablar del abandono de reivindicaciones sentidas como el sábado inglés (los sábados los comercios abrían solo hasta las 12hs para que podamos descansar) o el reconocimiento de la insalubridad de los call center.

Esto ha generado un profundo descontento en las bases mercantiles contra Cavalieri, un emblema de la burocracia colaboracionista de la CGT con todos los gobiernos de turno.

Los responsables: la burocracia sindical

Armando Cavalieri (Lista Azul), tras décadas a la cabeza del sindicato es el principal responsable de nuestra situación. Lo hizo a costa de entregar a los trabajadores y también está imputado por maniobras fraudulentas en la obra social del gremio (Osecac). De acuerdo a la causa, hacía pagar a la mutual prácticas que no se realizaban, y desviaban ese dinero a las cuentas de la financiera CBI. En 1989 acordó terminar con el sábado inglés.

Ramón Muerza (Lista Granate-Morada), es secretario de Organización del SEC desde 2008. Se trata del área más importante de la organización gremial: a través de ella se autorizan y organizan todas las elecciones de delegados de establecimientos y con esto Muerza ha administrado los fraudes y patoteadas a opositores para darle via libre a las arbitrariedades patronales. Antes de ello se había desempeñado “desde siempre” como delegado general del Hipermercado Coto dejando pasar centenares de despidos en todos los locales, con salarios inferiores al resto de los supermercados. Acaba de hacer un “plenario” de delegados donde se mostró junto a Darío "Mono" Santilli, dirigente de River y hermano del vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli. Además es padre de Hernán Muerza, concejal del Pro en Cañuelas. De la mano de Muerza, no hemos logrado ningún avance ni llevar ninguna lucha adelante para mejorar la situación y calidad de vida de los trabajadores. La emergencia de esta lista responde a la aguda crisis y descomposición que recorre a toda la organización gremial.

Pongamos en pie al gremio


Los Cavalieri y Muerza son un lastre para los mercantiles por los vínculos que mantienen con las patronales y los gobiernos del ajuste.

Otra demostración de esto es la pérfida posición que adoptan ante el paro nacional, donde el primero se limita a comunicarlo para disimular su entrega pero no hace nada para garantizarlo ante las presiones patronales y el segundo directamente ha llamado a carnerear.

Estas elecciones además se encuentran cruzadas por fallos de la justicia impulsados por la lista Granate Morada que pone en cuestión la legitimidad de los comicios por fraudes en el padrón. Pero similar situación vivimos con la asamblea de junta electoral donde la lista Azul esquivó el bulto apoyándose en la Secretaría de Trabajo que aportó veedores para darle legitimidad a la "asamblea" donde Muerza llamó a no participar. Reposar sobre la justicia solo habilita a una "salida elegante", sólo la organización independiente, movilizacion y  lucha de los trabajadores pueden derrotar estas maniobras y poner en pie al sindicato para conquistar nuestras reivindicaciones.

Repudiemos el ajuste de Macri, los gobernadores  el FMI y la complicidad de la burocracia sindical parando masivamente el 25 de septiembre y votando masivamente en blanco el 28.

Por un sindicato realmente de los trabajadores y para los trabajadores, proponemos que se convoque a un congreso de bases del gremio de Comercio, donde todos los trabajadores, afiliados y no afiliados tengamos voz y voto y elijamos delegados para discutir una salida propia ante la crisis que se agudiza mes a mes.


Fuera la burocracia sindical.

Por un salario mínimo igual a la canasta familiar e indexación automática por inflación: reapertura de paritarias con participación activa de los trabajadores.

Elección de delegados independientes de las empresas.

Sábado inglés y descanso dominical obligatorio.

Basta de tercerización y precarización.

Jornada máxima de 6hs pagas como jornada completa y mayor descanso en los call centers

Abajo las reformas laboral y previsional

Ningún despido, que la crisis la paguen los patrones
 



Fuente:https://prensaobrera.com/sindicales/44362-comercio-por-que-llamamos-a-votar-en-blanco

lunes, 24 de septiembre de 2018

Plan de lucha y huelga general hasta derrotarlos

| #1520



La formidable huelga general universitaria, las revueltas docentes y populares bonaerenses y el paro nacional de Ctera, la ocupación de planta y movilizaciones del Astillero Río Santiago, el despertar del movimiento estudiantil con tomas en todo el país, las movilizaciones obreras cordobesas con Luz y Fuerza a la cabeza, el paro de la CGT y ATE en el cordón industrial de Rosario, la tenaz huelga de Télam, la lucha de Agroindustria enfrentando a la propia dirección de ATE Capital, el reanimamiento de la lucha del Posadas como consecuencia de nuevos despidos, configuran un cuadro en el movimiento obrero en la previa del paro nacional del 25 y la movilización del 24 por parte del grupo de gremios del 21F.

Imposible no apuntar, también, la descomunal movilización de 50 mil personas del Trío San Cayetano de organizaciones sociales junto a ATE el 12 de septiembre. Un fenómeno de explosión movilizadora en los barrios que corroboraron, una semana después, los diez mil piqueteros, liderados por el Polo Obrero, junto a un grupo de organizaciones no encuadradas en la averiada mesa de concertación del asistencialismo social del gobierno Macri.

La CGT tomó el recaudo desmovilizador de convocar el paro matero con un mes de anticipación, cuando la huelga general universitaria ponía en el tapete la reapertura de paritarias para todo el movimiento obrero y Vidal veía crecer el odio popular ante la masacre de Moreno. Pero el retardo deliberado no ha evitado que lleguemos con un movimiento obrero que, en medio de los golpes y despidos, de la recesión económica, busca los caminos para superar los mecanismos de contención de las distintas variantes de la burocracia sindical.
La CGT se dedicó a reunirse con el FMI y a mendigar nuevas reuniones con el gobierno antiobrero, mientras dejan pasar los despidos, firman convenios flexibles y ven concretarse un rodrigazo. Esto en lugar de organizar a los trabajadores para enfrentarlos -como le marcó Romina Del Plá en la cara a Daer en la Comisión de Trabajo de Diputados, ante el aplauso de las mujeres sindicalistas convocadas para debatir el inútil y encubridor proyecto de “equidad de género” del gobierno.

La mona vestida de seda, mona queda. Vestida con el cuarto paro ante Macri, la CGT no ha podido evitar ser y actuar como garante del ajustazo en marcha. Al contrario, se presentó ante los gobernadores pejotistas como violín del acuerdo del Presupuesto antiobrero 2019.
En ese marco, y con las tendencias de lucha en presencia, la mesa para un verdadero paro activo nacional de 36 horas, quedó servida. La crisis económica y política excepcional, el debilitamiento del gobierno Macri y de todos los gobernadores que replican el ajuste en cada una de sus provincias, habrían permitido al sindicalismo que se pare en esa vereda, organizar un 18D ampliado para poner en jaque a un régimen acosado por el odio macizo en las bases.

No fue la orientación del grupo moyano-kirchnerista del 21F. Como en tantas ocasiones de la historia pasada, operan entre burócratas mediante el método del libro de pases y articulan con el pejotismo kirchnerista que no para de garantizar gobernabilidad para que Macri termine su mandato, lo que equivale a que realice la tarea del FMI, aunque tenga que hacerlo en el marco de múltiples protestas, deliberadamente fragmentadas. Al servicio de esa orientación realizan un acto K, en la mayoría de los casos sin abandono de tareas, por lo que conocemos hasta el momento.

Que la mesa estaba servida, lo confirman las movilizaciones en el interior que convocan las propias regionales cegetistas el 25, contra la orden desmovilizadora de la central. Por caso, Mendoza, donde habrá un acto obrero de todas las centrales y otras regionales como Rosario y muy probablemente Córdoba.

El Plenario del Sindicalismo Combativo intervendrá con una política común en todo el país. Realizaremos una columna hacia la Plaza de Mayo con las consignas “Plan de Lucha hasta derrotarlos” y “Abajo el plan de Macri, el FMI y los gobernadores”, que partirá desde el Obelisco a las 14 horas. Tras la movilización a la plaza se realizará un acto en Diagonal Norte y Carlos Pellegrini.

El Sutna abandonará tareas a las 12 horas en todas las plantas, hora en la que da comienzo al paro. Junto a la Unión Ferroviaria Oeste encabezarán la columna a la que se sumarán Suteba combativos, AGD, Ademys y las fracciones de delegados y directivos clasistas de todos los sindicatos. El 22, un plenario en Luz y Fuerza de Córdoba, organizado por el PSC crece cada día con nuevos sindicatos convocantes y adherentes, y debatirá la política en esa provincia estratégica.

El plan de lucha y la huelga general para derrotar a todo un régimen son la guía de intervención del partido el 24 y 25. Reforzaremos la campaña por la reapertura general de paritarias, la ocupación de las fábricas que cierran o despiden, el aumento de emergencia a los jubilados, el reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios, el rechazo al presupuesto del FMI. Se trata de preparar las condiciones de una irrupción general de los trabajadores en la crisis, para que la paguen los capitalistas. Al servicio de esa perspectiva está nuestra agitación política por una Asamblea Constituyente que reemplace un régimen insoportable para las masas y reorganice el país sobre nuevas bases.
 
 

domingo, 23 de septiembre de 2018

Los fallos de Bonadio a la luz de la crisis política





La Nación del miércoles 19 no tuvo el menor reparo en dejar en evidencia el costado político del procesamiento dictado por Bonadío contra Cristina Kirchner, acompañado una orden de prisión preventiva que deberá convalidar la Cámara Federal. “Cristina deberá enfrentar al menos tres juicios durante el año electoral”, pontifica el titular de primera página. Debajo de esta proclama, en el mismo diario, Joaquín Morales Solá tampoco se interesa por los elementos probatorios del procesamiento: advierte también que “Cristina Kirchner podrá eludir la cárcel por ahora, pero no podrá esquivar el intenso debate que provocará el pedido de la Justicia para que sea detenida”, ni el peronismo en su conjunto podrá soslayar esa polémica”.
Los ‘cuadernos’ de una polarización política


El armado de un escenario de polarización política, cuyo eje sería la corrupción fomentada bajo el gobierno kirchnerista, aparece como el recurso que se encuentra más a mano para un gobierno acosado por la desvalorización económica y la quiebra del financiamiento exterior como el interno. La represión es inviable sin un complemento político, porque la propia crisis industrial extiende todos los días el campo de los afectados por el derrumbe financiero. La maniobra, como se ve, no es simplemente un intento de ‘desviar la atención de la opinión pública’, pues el propósito manifiesto es encerrar una disputa política general en el marco reducido de una confrontación entre la camarilla macrista y la kirchnerista, en torno a cuestiones delictivas y al uso político de las camarillas judiciales. El cambio palaciego de la mayoría de la Corte se ajusta a este objetivo. La polarización procura ganar para cada bando al peronismo intermedio, o pulverizar una opción nacional de este sector, cuya falta de homogeneidad política es bastante patente. La confrontación no apunta todavía a las elecciones de octubre del año que viene, sino a reforzar una coalición de gobierno con capacidad de asegurar esas elecciones e incluso una posibilidad de ganarlas – en segunda vuelta al menos. Una coalición que viabilice, de esta manera, la política del Fondo Monetario Internacional. La pelea judicial se encuentra enteramente condicionada a la necesidad de una salida política capitalista y colonial al desplome financiero que evite que la crisis en curso derive en una movilización histórica de las masas.

Prisión preventiva y desafueros
El pedido de desafuero de CFK, por parte de Bonadío, tiene la única finalidad de dictar la prisión preventiva de la ex presidenta, encerrarla hasta la última apelación disponible, algo que está ampliamente cuestionado en las sedes judiciales internacionales, como lo prueba el pedido de la ONU para que Lula sea puesto en libertad hasta que se produzca una sentencia condenatoria final – o sea por parte de la Corte Suprema de Justicia. (ojo: El nuevo presidente de la Corte es adversario de este planteo de Naciones Unidas). El alegato de que la libre movilidad de CFK pudiera “obstruir las investigaciones” es un insulto a la inteligencia de la opinión pública. Es que, por un lado, esas investigaciones se vienen haciendo desde hace varios años sin otros entorpecimientos que los habituales en los procesos judiciales, y por otro lado porque el mismo Bonadío afirma, en el fallo, que aún le queda mucho por investigar. El mismo juez ha dejado en libertad a cuarenta otros procesados por cohecho activo, en su mayoría empresarios, y dictado preventiva a otros catorce – en su mayoría funcionarios K. Dos pesos, dos medidas.

Un periodista insospechable de la Corpo, Ricardo Kirschbaum, asegura que “La Justicia tendrá que probar que casi todo el dinero subía hasta los Kirchner” (Clarín 18.). Es sorprendente que no haya podido hacerlo con tanto arrepentido suelto y con el auxilio del Departamento de Justicia de Estados Unidos. Bonadío oculta más de lo que sabe, como lo prueba que no haya citado aún a los auditores externos de las empresas coimeras, que son los encargados de firmar los balances de las compañías, y que nunca lo hacen sin un previo ‘tete a tete’ con los directores de ellas. “Los responsables de varias de estas constructoras”, relata (¿o denuncia?) el periodista Hugo Alconada Mon, “no obstante, aún no desfilaron por tribunales, como tampoco las autoridades de las casas de cambio, bancos y financieras que proveyeron de pesos, dólares o euros durante años” (La Nación, 18.9). Estos son los cómplices de “la ruta del dinero K” que, a sabiendas de Bonadío, preservan a la camarilla kirchnerista para protegerse a sí mismos de ir a la cárcel.

La famosa ‘opinión pública’ es mantenida en la ignorancia acerca de que también Cambiemos votaría en contra del desafuero de CFK. ¡Qué tal! Ocurre que así como los pejotistas tienen la doctrina del fallo final para votar el desafuero (“doctrina Menem”, cajoneada por la Corte durante veinte años), los macristas tienen la suya – la exigencia de que haya una segunda condena para avalarlo. Es lo que inventaron para que pudiera zafar del desafuero su diputada chaqueña, ex intendenta de Resistencia, Aída Ayala, que ya fue condenada, en primera instancia, por saquear el erario público. Por otra parte, Cambiemos, en poco tiempo, pasará a compartir Comodoro Py con el kirchnerismo, apenas se libere la investigación Odebrecht, que está frenada por una persecución legal intencional de la Agencia Federal de Investigaciones, que conduce el macrista Gustavo Arribas, contra la constructora brasileña. Es lo que informa Iván Ruiz en La Nación (15.9) y ha sido reiteradamente denunciado por Alconada Mon, es decir, bloquear esta investigación para impedir que se investiguen los negociados en Aysa y el Sarmiento, que involucran a compañías afines a Macri.

Odebrecht, Techint y Macri
En la investigación Odebrecht aparece también Techint, que coimeó a los K en los gasoductos del norte y en Córdoba por los gasoductos troncales, y que está imputada en Brasil por cohecho en perjuicio de Petrobrás, e incluso en Italia, como denuncia, siempre que puede, Emilia Delfino, en Perfil. Sin embargo, el presidente de la compañía, Paolo Rocca, no ha sido citado a declarar por Bonadío, que liberó al gestor del grupo, Zavaleta. Los Techint mienten alevosamente sobre Venezuela: Chávez no los aterrorizó en Venezuela, en abril de 2008, sino al revés: Chávez envió el ejército a Sidor para apoyar a la patronal, Techint, contra una huelga reivindicativa de los obreros. Cuando la represión fracasó en detener la huelga, Chávez despidió a su ministro de Trabajo y decidió satisfacer las reivindicaciones, a lo que Techint se opuso. En la nacionalización subsiguiente Chávez pagó una indemnización de u$s1.800 millones, por pedido de CFK, y se hizo cargo de una pasivo oculto de dos mil millones de dólares. Los Roca y los Kirchner lucraron sobre las espaldas del pueblo de Venezuela, con la complicidad de Chávez.

Es cierto lo que sostiene Bonadío, aunque con una reserva: Argentina es manejada por una asociación ilícita de macristas y peronistas en conjunto con la burguesía nacional. Esta trama se encuentra asociada ahora en el propósito de amnistiar a las compañías ladronas, haciendo recaer el delito sobre algunos directores, ahora ‘arrepentidos’, en calidad de chivos emisarios. Los ‘cuadernos’ ponen de manifiesto un sistema de espionaje que es llevado a la superficie ahora para favorecer una determinada salida a la crisis política. En un plano más general, apunta a desalojar el monopolio de las constructoras locales en beneficio de las internacionales, incluidos bancos, como está diseñado en el sistema de Participación Pública Privada – y a las inversiones de China a favor de Estados Unidos. Esto ha sido ampliamente publicitado en los medios.

Kirchnerismo y Frente de Izquierda


El kirchnerismo pretende desprenderse de las acusaciones de corrupción, denunciando el propósito ‘neo-liberal’ del macrismo. Pero, en realidad, está corrompido hasta la médula, como lo demuestran sus funcionarios agarrados ‘in fraganti’, así como su rol de organizador de la cartelización de la obra pública. La victimización que finge el kirchnerismo suma a su degeneración. Es cierto que las denuncias de corrupción fueron instrumentadas muchas veces contra gobiernos populares, como el brasileño Vargas o Perón o Eva Perón, pero esto no significa que no presidieran regímenes corruptos o que acabaran pactando con el imperialismo (Triple A), ni que sus acusadores no estuvieran más corrompidos que ellos mismos. La disputa que tiene por eje aparente a la corrupción debe ser caracterizada políticamente, no para absolver a la corrupción, sino para separar a las masas de la burguesía y para ofrecer una orientación independiente en el entramado de un conflicto de dos representantes de los explotadores, que solamente se distinguen por el momento en que son funcionales para la burguesía. Menem no lo fue en 2003, sino Kirchner; no lo fue CFK, en 2015, sino Macri; y la crisis actual determinará si éste o algún otro jugarán ese papel en el desarrollo de la crisis actual.

Mientras CFK asegura que “podrán excavar toda la Patagonia que nunca van a encontrar nada”, el juez Casanello, un ex kirchnerista al menos, asegura que “desde fines del año 2010 se pergeñó una ingeniera financiera para el millonaria blanqueo de dinero con Lázaro Báez a la cabeza, y que muchas de las personas que los auxiliaban en esa tarea realizaban a su vez desmesuradas inversiones en bienes y servicios suntuosos con el dinero habido a partir de su participación en la estructura societaria y bancaria para canalizar dinero espurio proporcionado por Báez”. ‘Cristina’ no desconocía el entramado de coimas asociado a su gobierno; Feinmann, ‘el bueno’, elogió a NK, en un libro, por la rapidez de reflejo que tuvo para cooptar a un puntero regional, a cambio de $40 mil. La ‘realpolitik’ K. A esto agreguemos Eskenazi en Repsol, la indemnización a esta vaciadora, el acuerdo con Chevron que hoy protege Macri, el pago al Club de París. Victimizarse con los K no es la forma de luchar por los intereses populares, ni combatir al FMI.

El Frente de Izquierda enfrenta, entonces, la responsabilidad de luchar contra la tentativa de polarización mafiosa, que pretenda operar como una salida política al impasse de la burguesía frente a una nueva bancarrota capitalista. Caracterizar en forma correcta el contenido político de los enjuiciamientos por corrupción, no puede ser en ningún caso un pretexto para favorecer una asociación con el kirchnerismo, al cual hay que denunciar como la jefatura de la cartelización capitalista y como fuerza política corrompida. El llamado a que el régimen actual sea reemplazado por una Constituyente Soberana, que se convoque a un Congreso de bases del movimiento obrero y que se responda con la huelga general a la política fondomonetarista; este programa traza una alternativa propia para los explotados. Así desarrollaremos un poderoso frente único de lucha que aproveche este momento excepcional que muestra a toda la burguesía y a sus partidos en el escenario de Comodoro Py y a una gran parte de ella como gestora o cómplice del FMI.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Entre la guerra y la revolución

Entre la guerra y la revolución
| #1520

La Cuarta Internacional en la Segunda Guerra Mundial

Primera parte


La Segunda Guerra Mundial (1929-1945) cambió la historia de la humanidad y de los conflictos bélicos. Entre 55 y 70 millones de muertos, según la cifra que se tome, la mayoría civiles víctimas de los crímenes más aberrantes. Una tragedia sin precedentes que sacudió cada rincón del planeta, en especial Europa y el oriente asiático. Una guerra total que se libró tanto en los frentes como en las retaguardias, donde las poblaciones civiles ocuparon el centro de la escena, tanto como blancos de una violencia planificada (bombardeos, trabajos forzosos, desarraigos, hambrunas, genocidios) como en el reclutamiento masivo, la militarización de la industria, la agitación y propaganda política.

Para Trotsky, la construcción de la Cuarta Internacional y un programa revolucionario eran imprescindibles frente a un capitalismo “agónico”, que ya no podía ofrecer más que un desenlace trágico a la humanidad. Junto con esto, la convicción de que era posible el desencadenamiento de un proceso revolucionario mundial aún más importante que el que había alumbrado el final de la Primera Guerra con la Revolución de Octubre. Esa caracterización orientó tanto la fundación de la Cuarta Internacional como las resoluciones de la Conferencia de Emergencia, reunida en mayo de 1940, a pocos meses de comenzada la guerra y en pleno triunfo de la ofensiva nazi y la blitzkrieg (“guerra relámpago”).

Entre 1943 y 1947, el mundo fue sacudido en una intervención de masas sin precedentes en el corazón europeo, pero también en las colonias y semicolonias.
Decapitar la Cuarta Internacional

El 20 de agosto de 1940, luego de varios frustrados intentos, un agente stalinista asesinó León Trotsky en México. Como señalan varias memorias y publicaciones de agentes de la policía secreta stalinista, el sentido profundo del asesinato de Trotsky era “decapitar” la Cuarta Internacional y, con ella, la perspectiva de la revolución socialista en el contexto del “pacto de no agresión” entre Hitler y Stalin.
La militancia trotskista sufrió una fuerte represión -por parte de fascistas, stalinistas y demócratas- durante toda la guerra. Dirigentes y activistas trotskistas fueron encarcelados en Estados Unidos, Inglaterra, Palestina, Indochina, la India, Ceilán y hasta en la neutral Suiza. En China fueron perseguidos y asesinados, tanto por parte de los ocupantes japoneses como de los nacionalistas y el stalinismo.

Los nazis asesinaron a los alemanes Paul Widelin y Werner Scholem, y diezmado su sección; a los austríacos José Jakobovic y Franz Kascha; al ex secretario general del PC griego, Pantelis Pouliopoulos; a casi cuarenta trotskistas franceses (entre ellos, al secretario del POI, Marcel Hic, al responsable militar del PCI Henri Molinier y a otros dirigentes); al joven dirigente belga y miembro del Secretariado Europeo, Abraham León; a Henryk Sneevliet y a toda la dirección del RSAP holandés, cercanos a la Cuarta, y a León Lesoil, antiguo miembro del Comité Central del PC belga, entre muchos otros.

El stalinismo mandó a ejecutar, entre otros, al dirigente italiano Pietro Tresso (Blasco); a Heinz Epe (Walter Held), ex secretario de Trotsky; al dirigente checo Zavis Kalandra y a la mayoría de los trotskistas búlgaros; un todavía joven Ho Chi Minh mandó a fusilar a Ta Thu-tau -que había pasado años en prisión- y a muchos de sus camaradas; decenas de trotskistas fueron perseguidos y asesinados por la Opla (policía política del PC griego). Esto sin contar a los asesinados por la NKVD (policía secreta stalinista) antes de la guerra (Rudolf Klement, León Sedov, Erwin Wolf), en los Juicios de Moscú y campos de concentración de la Unión Soviética.

En resumen, la mitad de los dirigentes de la Cuarta Internacional fueron asesinados en ese período. La militancia fue condenada a la ilegalidad, la cárcel y el exilio, cuando no la muerte y la desaparición. La mayoría de las secciones quedaron debilitadas y con dirigentes jóvenes sin experiencia en el trabajo de masas. Por razones de seguridad, el Secretariado Internacional (SI) y el Comité Ejecutivo Internacional (CEI) se mudaron a Nueva York, lo que dificultó las vías de comunicación con las secciones de los países ocupados. En este contexto, las fuertes discusiones políticas se tradujeron muchas veces en desgarramientos internos y escisiones con posiciones radicalmente distintas unas de otras.

A pesar de la brutal represión, buena parte de los activistas y organizaciones trotskistas mantuvieron una actividad internacionalista y militante. En el campo de concentración nazi de Buchenwald, los trotskistas organizaron pronunciamientos y reclamos. En la Francia ocupada, militantes alemanes y franceses editaron el periódico Arbeiter und Soldat (Obrero y Soldado), dirigido a los soldados de la Wehrmacht (ejército nazi), en el que llegaron a organizar células clandestinas. Un grupo de soldados en Brest llegó a publicar su propio periódico Der Arbeiter (El Trabajador), donde se definían como “trabajadores y proletarios, obligados a ejecutar las órdenes de la dictadura nazi” y convocaba al combate revolucionario. Jóvenes trotskistas franceses estuvieron a la cabeza de comités de fábrica que se conformaron hacia finales de la ocupación nazi en diversas localidades, llegando a organizar una coordinadora interfabril en los suburbios de París. También en las ocupadas Dinamarca y Bélgica se mantuvieron publicaciones clansdestinas.

El grupo británico se destacó en la agitación política sobre los metalúrgicos y mineros, al tiempo que ayudó a construir secciones en Irlanda y Egipto, además de colaborar con el desarrollo de los grupos en Ceilán y en la India. En Vietnam, los trotskistas lideraron el levantamiento de Saigón y Hanoi, en 1945, contra japoneses e ingleses. El RSAP holandés (que se reclamaba trotskista) tuvo un rol fundamental en la huelga general de 1942 contra la deportación de judíos. Los trotskistas palestinos publicaron un periódico en hebreo, inglés y árabe, oponiéndose a la creación de un Estado sionista y convocando a la unidad entre trabajadores árabes y judíos contra el imperialismo británico.

Militantes del SWP estadounidense, enrolados en el ejército y en la marina mercante de su país, buscaron vincularse con sus camaradas de India, Australia, Cuba, Sudáfrica, Gran Bretaña, Francia e Italia cruzando informes, correo y ayuda económica y llegaron a repartir volantes en ruso en la Unión Soviética. Soldados trotskistas norteamericanos e ingleses intervinieron en la oleada revolucionaria que se produjo en Italia desde 1943.

Los cuartainternacionalistas tuvieron el mérito de preservar la organización a pesar de la represión y los problemas políticos y organizativos que redujeron el alcance de su intervención política. De otra manera, la experiencia acumulada por el movimiento obrero hubiera quedado liquidada con el asesinato de Trotsky y la causa del socialismo sufrido un retroceso histórico.

Nuevos problemas y debates

La Segunda Guerra Mundial y su desenlace sumaron problemas novedosos (algunos de ellos introducidos en debates y documentos previos) sobre los que, en el contexto descrito, los revolucionarios debían fijar posición e intervenir.

El primero fue que la guerra tenía como protagonista central a la Unión Soviética y su defensa incondicional era un punto basal del programa revolucionario. Las potencias imperialistas entendían que los únicos capaces de derrotar al Estado obrero eran los nazis y durante años habían alentado subrepticiamente que Hitler fuera en esa dirección para la conquista del llamado Lebensraum (“espacio vital alemán”). Eso se concretó a mediados de 1941, con la “Operación barbarroja”, cuando los nazis invadieron Rusia masacrando civiles, montando campos de exterminio para la limpieza étnica de judíos y eslavos, devastando pueblos y tierras. La defensa de la URSS y sus conquistas asumió entonces un carácter bien concreto, convirtiéndose en una bandera de lucha del movimiento obrero mundial contra el imperialismo.

La Segunda Guerra Mundial supuso la militarización de la población civil -tanto en el frente, con la conformación de ejércitos de masas, como en las retaguardias, con el montaje de una industria armamentística a escala inédita- y la acción de milicias partisanas que dieron un carácter de guerra civil al conflicto. Las masas en armas se abrieron paso en un proceso revolucionario que se extendió de China al Medio Oriente, de Francia a la Unión Soviética, de Italia a Checoslovaquia, de los Balcanes a Indochina. Levantamientos, milicias populares, comités obreros y un principio de organización de doble poder, muchos de ellos influenciados por un stalinismo que se orientaba hacia un acuerdo con el imperialismo. La participación en la lucha armada y la caracterización de la cuestión militar fue uno de los grandes debates en la Cuarta Internacional.

La guerra mundial planteó nuevos problemas en la lucha nacional. A diferencia de la Gran Guerra (1914-1918), buena parte de los combates se libraron contra tropas de ocupación. En los países derrotados se construyeron fuertes movimientos de resistencia, lucha y sabotaje por la expulsión de los invasores que habían contado con el apoyo y colaboración de la mayoría de las burguesías, aristocracias y partidos. El caso francés fue emblemático y parteaguas en la política de las secciones trotskistas en ese país. La lucha contra el ocupante extranjero también jugó un papel central para abrir procesos revolucionarios y guerras civiles (Yugoslavia, Grecia) o para la lucha por la independencia y la descolonización en Asia, siendo China su capítulo más decisivo.

La guerra y su desenlace plantearon también un debate en torno de las perspectivas que se ceñían sobre Europa y si la lucha contra el nazi-fascismo suponía una “revolución democrática”, tanto en los países ocupados como en Alemania e Italia.
Los debates en torno de la defensa de la Unión Soviética, el derrotismo revolucionario y el defensismo del propio país frente a la ocupación fascista, la participación en la lucha armada, la liberación nacional en las colonias dominaron al movimiento trotskista durante y después de la guerra. La represión y la desconexión entre la dirección y sus secciones contribuyeron a una gran dispersión política y organizativa. Pero esta no fue más que el escenario de fuertes crisis y disputas políticas internas, tanto en la dirección como en las diferentes secciones de la Cuarta Internacional. De esto trataremos en próximas notas.
 

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Coordinadora Sindical Clasista - Partido Obrero

Politica Obrera