La difusión de los espacios de publicidad política y el debate de
candidatos del domingo pasado han cambiado el escenario de la campaña
electoral, porque han quebrado la política de ocultamiento mediático del
Frente de Izquierda. Esta conclusión plantea la posibilidad de producir
una votación excepcional el 25 de octubre, desmintiendo las
proyecciones negativas para la izquierda que divulgan las encuestadoras
interesadas, pagadas por los tres candidatos del ajuste. El debate ha
dejado en evidencia que el Frente de Izquierda es el único que encarna
en forma explícita las reivindicaciones de los trabajadores.
“Argentina debate” demostró ser un título exagerado para el formato
restringido de la discusión. Bien mirado, fue un escudo protector para
los candidatos patronales. Más allá del exiguo tiempo otorgado a las
intervenciones, la imposibilidad de re-preguntar impidió desenmascarar
debidamente las falacias de los ajustadores. De acuerdo a informaciones
posteriores, esta restricción habría obedecido a la intención de
conseguir la presencia de Scioli, lo cual prueba precisamente el
objetivo de preservar a los candidatos del sistema. Esta limitación
quedó en evidencia especialmente en las interpelaciones a los
adversarios por parte de nuestro compañero Nicolás Del Caño. Así,
Rodríguez Saá se salió por la tangente ante la imputación de Del Caño a
los despidos en San Luis por parte de empresas que gozan de subsidios
del estado. Se repitió cuando Del Caño incomodó a Stolbizer por sus
alianzas con los partidos que destruyen la educación pública en
numerosas elecciones provinciales. El puntano se defendió con el
argumento de que los conflictos laborales son privados, mientras que
Stolbizer justificó las alianzas antieducativas alegando el carácter
feudal de los gobiernos de provincia. Massa exhibió toda su desfachatez
cuando replicó que Del Caño mentía cuando denunció que el candidato que
quiere imponer el presentismo a los docentes tenía un ausentismo récord
en el Congreso. La restricción a las re-preguntas impidió desenmascarar
las respuestas falaces o mentirosas de los ajustadores.
La imposibilidad de re-preguntar y de ampliar el espacio de la polémica
no permitió denunciar la posición de militarización de la llamada lucha
contra el narcotráfico, en especial sostenida por Massa, que es
responsable por la escala de asesinatos que sufre México. Del Caño
responsabilizó a Massa por la situación narco en Tigre. Esta
militarización es la agenda del Pentágono para América Latina. Es una
cuestión crucial en la lucha por las libertades democráticas. La
caracterización del tema ‘seguridad’ como la consecuencia del
entrelazamiento entre el delito organizado y el Estado, fue uno de los
mejores momentos de nuestro candidato y una corrección en la posición
sobre el tema de parte de su corriente política. Un punto que no pudo
ser explotado por la limitación de tiempo seguramente, fue la denuncia
de que los cuatro candidatos rivales representan a fuerzas políticas que
ya han gobernado Argentina y por lo tanto responsables directos del
cuadro de zozobra social, económica y política que mencionaban en forma
hipócrita. En las tres semanas que quedan de campaña sería oportuno
reforzar las denuncias que Del Caño desarrolló en el debate en la
agitación escrita y en las entrevistas en los medios.
El tiempo escueto reservado a las intervenciones dejó sin tratamiento
el punto crucial de la devaluación y los fondos buitres, que Del Caño
señaló de entrada. Se trata del núcleo de la crisis actual y punto de
división en el oficialismo y en el conjunto de los candidatos; el ajuste
es esencialmente la mega devaluación. La discusión de la devaluación
hubiera puesto al debate en sus verdaderos rieles. A partir de la fuga
de capitales en China y en Brasil, principalmente, el planteo de que la
devaluación serviría para conseguir financiamiento para Argentina, ha
volado por los aires. Los agoreros que aseguran que la devaluación la va
a imponer el ‘mercado’ contra las intenciones reguladoras de un futuro
gobierno, son cada vez más numerosos. Es necesario concentrar la
atención de los trabajadores en la cuestión devaluatoria y en la
respuesta del Frente de Izquierda: nacionalización de los bancos bajo
control obrero; apertura de las cuestas de las empresas; rechazo a los
endeudamientos del gobierno K en dólares y pesos; prohibición de
despidos y suspensiones y reparto de horas de trabajo sin tocar el
salario; ajuste inmediato de salarios, jubilaciones y prestaciones
sociales; abolición de impuestos al consumo -impuestos progresivos a las
rentas, intereses y ganancias.
Un aspecto importante del Argentina Debate es que, en principio, no
habría afectado la intención de votos de Scioli, lo que demuestra la
mediocridad de la actuación de Massa y Macri. Numerosos asistentes al
debate han expresado la insatisfacción por las restricciones al debate;
en apariencia ha surgido una tendencia a favor de una nueva discusión
entre los candidatos. Pensamos que hay largar una campaña por su
reedición; sería un golpe para las posibilidades de Scioli y sin duda
daría un envión importante al Frente de Izquierda y los Trabajadores,
con todo lo que esto implica para la etapa de convulsiones que ya se ha
iniciado.
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