En el debate presidencial, Margarita Stolbizer justificó que
Progresistas fuese acoplado a Cambiemos en una decena de provincias para
enfrentar a los candidatos "feudales" que integran la liga de
gobernadores alineados con Scioli. La realidad es otra; los margaritos
son pasajeros en tránsito hacia el macrismo y ya ni siquiera se
esfuerzan por dismularlo. Un "progresista", mano derecha de Stolbizer,
lo dijo con todas las letras cuando proclamó su voto por Macri en un
eventual balotaje. La volubilidad mercantil del centroizquierdismo
decrépito llevó también a Massa a proponerle un cargo a la cándida
Margarita. En esto consiste la campaña del centroizquierda, en actuar
como colectora de Macri y tapón gastado contra la izquierda
revolucionaria.
Es en la provincia de Buenos Aires donde la disolución de Progresistas
va adquiriendo la dimensión de una estampida. En los municipios de 25 de
Mayo, Chascomús, Villarino y Alsina, los margaritos retiraron sus
listas, mientras negocian el ingreso en gobiernos municipales de
Cambiemos. En todos los casos el argumento fue "no entorpecer", sobre
todo donde hicieron una elección importante como en Villarino (12%). En
Coronel Suárez, el candidato a gobernador de Progresistas, Linares,
convocó a votar lisa y llanamente por el candidato de Cambiemos ante la
ausencia de una lista propia. Incluso allí donde mantienen sus listas
como en Bahía Blanca, con el candidato Woscoff, Progresistas propone
incentivar el "empleo joven" con mayor precarización laboral en sintonía
con el spot televisivo de Macri. Esta disolución del progresismo es
retribuida generosamente por las corpos (empezando por Clarín) que ven
en el "voto ganado" una herramienta auxiliar del balotaje.
En la provincia de Buenos Aires, la campaña obrera y socialista de
Néstor Pitrola y de los candidatos del FIT apunta a colocar al Frente de
Izquierda como la cuarta fuerza política. La agenda de los trabajadores
y la agenda del verdadero progresismo -que es tal si va a asociado a la
lucha de la clase obrera por la transformación social- está única e
inequívocamente en las filas de la izquierda revolucionaria. La tarea de
la hora es asegurar diputados de izquierda en el Congreso e ir por
concejales en los municipios.
Stolbizer dice ser “progresista” pero armó listas únicas con los
frentes de Macri y Massa en 9 de los 24 distritos del país. En algunos
de ellos, como en Tucumán y Jujuy, bajo el método fraudulento de los
acoples y los lemas. En el Congreso votaron la mayoría de las leyes
junto al PRO y el Frente Renovador.
Por eso, en estas elecciones, las banderas del progresismo sólo las defiende el Frente de Izquierda. Somos la única lista que plantea la nacionalización de los recursos naturales, la lucha contra la megaminería contaminante, la legalización del derecho al aborto y el laicismo en la educación.
En la Capital, tenemos que concentrar el voto progresista en una pelea muy concreta: se define voto a voto si la última banca de la Ciudad de la será para el séptimo diputado del PRO o para el primero del Frente de Izquierda. Estamos a sólo 20.000 votos. Contamos con tu voto para lograrlo.
Por eso, en estas elecciones, las banderas del progresismo sólo las defiende el Frente de Izquierda. Somos la única lista que plantea la nacionalización de los recursos naturales, la lucha contra la megaminería contaminante, la legalización del derecho al aborto y el laicismo en la educación.
En la Capital, tenemos que concentrar el voto progresista en una pelea muy concreta: se define voto a voto si la última banca de la Ciudad de la será para el séptimo diputado del PRO o para el primero del Frente de Izquierda. Estamos a sólo 20.000 votos. Contamos con tu voto para lograrlo.
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