Paritarias con techo e impuesto a las ganancias: la respuesta de los trabajadores

Edición Impresa #1362 | Por Christian Rath

La declaración de huelga general por tiempo indeterminado de la Federación de Obreros Aceiteros en defensa de su reclamo salarial llega inmediatamente después de los anuncios del gobierno de paritarias con techo y mejoras insustanciales en el impuesto a las Ganancias.

En las próximas horas, el proceso que se vive en el sur obrero de Santa Fe puede cobrar una nueva dimensión, si llegase a adherir a la huelga la CGT San Lorenzo, alineada con la CGT opositora. Esta ha planteado un 38% de aumento sobre el mínimo arrancado el año anterior de 10.500 pesos. Los reclamos de la Federación Aceitera tienen un sólido fundamento: parten de la inflación real estimada por la Universidad de Rosario y plantean un aumento del 42% para las categorías más bajas y hasta un 48% para las más altas, que son el núcleo mayoritario de personal en las plantas aceiteras y han sufrido un achatamiento de sus escalas en los últimos acuerdos. Esto, sin considerar la reacción que podría suscitarse en el gremio aceitero más importante de la región, el Sindicato de San Lorenzo, alineado con la política del gobierno y que aceptó una suma fija de 2.000 pesos, sólo para postergar cualquier decisión de lucha.

Mientras tanto, los bancarios han resuelto asambleas con interrupción de tareas y una huelga de 24 horas para la semana entrante, contra el cepo salarial del 25% y el impuesto sobre el salario.

La burocracia de la UOM decretó un paro luego del anuncio del ministro de Economía sobre ganancias, y a sabiendas de que el ministro de Trabajo ya tenía escrita el acta de conciliación obligatoria que lo anularía. Pero la procesión va por dentro. Existe una profunda deliberación en las plantas, incluso frente a un reclamo que está por detrás de las aspiraciones mínimas: la burocracia de la UOM pide pasar la escala mínima de 5.200 a 7.700 pesos, que es el ingreso a cobrar luego de los descuentos, casi la mitad de la canasta familiar, y no plantea absolutamente nada sobre los despidos y suspensiones que se abaten sobre el gremio.

Maniobra

Con el cambio en el impuesto al salario, el gobierno pretendió justificar el cepo contra las paritarias y enarbolar la continuidad de la supuesta estabilidad cambiaria y de precios.

 
Consideró a su favor, para esta política, la conducta de la burocracia, que después del enorme paro del 31M dio signos inconfundibles de no querer ningún plan de lucha. La Confederación del Transporte (CATT) planteó que darían tiempo a una reflexión y pidieron una entrevista a la Presidenta. Facundo Moyano consideró que la prioridad era la unidad de las CGT para "evitar el conflicto social" ante la inminencia de un cambio en el poder político.

A contrapelo de esta política, existe una beligerancia del movimiento obrero que no sólo se expresa en la lucha de los aceiteros o los bancarios. Venimos de una victoria de los docentes en Tigre y de un paro masivo de las seccionales Multicolores del Suteba, de una huelga general de los docentes universitarios, de una agudización de los conflictos en gráficos... El gobierno es incapaz de ofrecer una respuesta que pueda contener esta oleada de reclamos, ya que está en franca descomposición -como lo revelan los resultados electorales- y en plena bancarrota fiscal -lo que explica lo exiguo del paso atrás en Ganancias. Anticipadamente, CFK está obligada a recorrer el camino del ajuste que enarbolan todos sus adversarios políticos patronales.

Ante el inmenso paro del 31M, como ahora, Macri, Scioli, Sanz miraron para otro lado, porque preparan su propio ajuste y no quieren que la clase obrera marque la agenda en la crisis nacional.

El PO plantea batallar en todas las centrales obreras por un nuevo paro de 36 horas, por la abolición del impuesto al salario, por paritarias sin techo y la prohibición de despidos y suspensiones.

Fuente: http://www.po.org.ar/prensaObrera/1362/sindicales/paritarias-con-techo-e-impuesto-a-las-ganancias-la-respuesta-de-los-trabajadores