UN SIGLO DE LA TEORIA DE LA RELATIVIDAD: Einstein, más allá de la Física (II)
Einstein se convirtió en un personaje enormemente popular en 1919. Fue
al someter a prueba su asombrosa teoría sobre tiempo y espacio, en la
observación de un eclipse solar total en aquel año. La concretó el gran
astrofísico británico Arthur Eddington y la confirmación de las
predicciones de Enstein tuvo un impacto enorme. Einstein quedó desde
entonces canonizado ante las masas, convertido en un santo laico, como
acaba de señalar el físico español David Blanco Laserna.
Paz y algo más
Era entonces un mundo en convulsión. Acababa de concluir una carnicería
humana, la Primera Guerra Mundial. Eddington no sólo confirmó la teoría
de la relatividad. Era un pacifista, objetor de conciencia que se había
negado a integrar las fuerzas armadas inglesas. Einstein, a su turno,
había renunciado tempranamente a la ciudadanía alemana para evitar ser
convocado al ejército del kaiser. La "ciencia" se presentaba como un
refugio frente a la catástrofe bélica, Einstein como su encarnación. Una
corriente del propio imperialismo inglés presionaba para que Alemania
no fuese aplastada con exigencias que harían inviable la reconstrucción
capitalista de un mundo devastado y amenazado por la revolución de los
soviets.
El pacifismo de Einstein alimentó su exposición en el vasto teatro de
la opinión pública mundial. Cuando Hitler subió al poder, abandonó su
país natal, adonde había vuelto a trabajar. Fue recibido con bombos y
platillos en los Estados Unidos. Fue allí donde sus planteamientos
contra la guerra y el militarismo fueron rápidamente abandonados. Frente
al ascenso de los nazis al poder, Einstein consideró que sus viejas
posiciones no servían más. Para acabar con la nueva amenaza debía
propiciarse el rearme de las grandes potencias.
Avanzaban los años treinta. El mundo científico se vio conmovido por
los avances en la investigación atómica. La fórmula de la relatividad
(transformación de materia en energía) podría concretarse en un letal
artefacto nuclear. Convencido de que Hitler podía alcanzar a concretar
su propia bomba atómica, Einstein firmó, en 1939, una célebre carta al
entonces presidente norteamericano, Franklin Roosevelt, alertando sobre
tal posibilidad. El episodio es considerado como el punto de partida del
que sería el llamado Proyecto Manhattan, la construcción de la bomba
norteamericana que culminaría en las masacres de Hiroshima y Nagasaky.
Einstein fue excluido de tal empresa, objetado por los servicios
yanquis. Más tarde consideró que su mensaje a Roosevelt había sido la
decisión más equivocada de su vida y retomó la militancia pacifista.
Sionismo y socialismo
Einstein apoyó la creación de un hogar nacional judío en Palestina,
pero se opuso inicialmente a la idea de un Estado judío y apoyó la
instalación de un Estado binacional con la población árabe. Criticó las
matanzas provocadas por la derecha sionista y, en los primeros años de
la década del '50, declinó el ofrecimiento para ser presidente de
Israel.
Poco antes, en mayo 1949, Einstein publicó un artículo en la revista
norteamericana Monthly Review, editada entonces por los profesores
marxistas Paul Baran y Paul Sweezy. Se titulaba "¿Por qué el
socialismo?" Y respondía: "(porque) hay solamente un camino para
eliminar la anarquía de la sociedad económica capitalista tal como
existe hoy (...) la verdadera fuente de los males (de la sociedad
contemporánea) (...) En una economía socialista, los medios de
producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma
planificada (...) que ajusta la producción a las necesidades de la
comunidad y distribuye el trabajo a realizar (...) garantizando el
sustento a cada hombre, mujer y niño (...)".
En el artículo de marras se agregaba, además, que "la concentración en
pocas manos del capital" tiene como resultado "...una oligarquía cuyo
enorme poder no se puede controlar (...) incluso en una sociedad
organizada políticamente en forma democrática". Y aclaraba, además, que
la "economía planificada no es todavía socialismo", aludiendo a la
"centralización de gran envergadura del poder político y económico" que
conduce a "una burocracia todopoderosa y arrogante".
Habían pasado 30 años desde que Einstein concluyera la más célebre teoría científica de todos los tiempos.
Fuente: http://www.po.org.ar/noticia/un-siglo-de-la-teoria-de-la-relatividad-einstein-mas-alla-de-la-fisica-ii
Fuente: http://www.po.org.ar/noticia/un-siglo-de-la-teoria-de-la-relatividad-einstein-mas-alla-de-la-fisica-ii
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