La denuncia que Néstor Pitrola, diputado del Partido Obrero en el
Frente de Izquierda, realizó días atrás, ha conmocionado al país y a sus
trabajadores.
Los jefes del Congreso -que son los jefes de los partidos que gobiernan
el país y sus provincias- han aumentado en un 47% las dietas de los
diputados, que llegarán a percibir hasta 140.000 pesos.
En defensa de este “dietazo”, una diputada del PRO ha señalado que los
“capos” de las grandes empresas ganan “eso, y mucho más”. Pero de eso
se trata: el Estado que defiende los intereses de patrones y banqueros
asimila a “sus” diputados a la condición social de los primeros.
En definitiva, éste es el Congreso que votó el pago a los fondos buitre
y que ahora votará un presupuesto 2017 de ajuste e hipotecamiento del
país.
En el país que ha sido sacudido por la denuncia de Pitrola y el FIT,
uno de cada dos trabajadores gana un salario menor a 12.800 pesos, la
“línea” de pobreza. Y tres millones viven en villas.
Los partidos que se autoaumentaron las dietas son los que negaron a la
reapertura de las paritarias. Y nos quieren “arreglar” con bonos de fin
de año, allí donde las patronales quieran pagarlos.
Sólo el Frente de Izquierda ha denunciado esta ignominia y reclamó su
anulación en el Congreso. Contra el dietazo, reapertura de las
paritarias, salario igual a la canasta familiar, 82% móvil. Ni un solo
despido más.
Contra los partidos del dietazo y el ajuste, concurramos masivamente a Atlanta, con el Frente de Izquierda
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