Boudou y lo que debe hacer un juez

El vicepresidente, los medios hegemónicosy el rol de la Justicia.

La conferenciade prensa del último jueves abrió un debate que trasciende la coyuntura. Aquí, algunos apuntes sobre el tema.

Por Eduardo Anguita

Sería más estimulante que alguien que ostenta la responsabilidad de la conducción del país se tomara 45 minutos para convocar a los periodistas con una agenda de asuntos públicos, desde los que padece cotidianamente la gente de a pie –léase transporte, ( Yo me preguntaba si Alejandro Ramos era mudo porque jamás hablo de que paso en Once y cuales son los planes de aca en adelante para recuperar el ferrocarril , y cuando le sacan la concesion a TBA se va a estatizar el servicio o al contrario de lo que se hizo con Taselli se va a continuar la sociedad y los negocios con el grupo Cirigliano mas allá de las víctimas y de la salida del impresentable de Scihavi ? ) trabajo en negro, seguridad– hasta los de las relaciones internacionales o la marcha de la economía, tema este último que, se supone, es el que permitió que el ex ministro Amado Boudou fuera elegido como candidato a vicepresidente de la Nación. Sin embargo, su aparición pública del jueves pasado tuvo como tema excluyente una autodefensa en una causa judicial en la que, al menos hasta ahora, no se lo consideró imputado. Y, en consecuencia, no designó abogado para que lo represente. Todo indica que mañana, lunes, el vicepresidente intentará por dos vías –la del juicio político y la de la recusación– que el juez federal Daniel Rafecas no continúe al frente del expediente sobre la compra de la ex Ciccone Calcográfica por parte de un fondo de inversión presidido por Alejandro Vanderbroele. Un problema previo es que, al no haber sido acusado, de acuerdo con el Código de Procedimientos, Boudou no puede recusarlo. Para ello debería esperar a ver si lo incriminan o ponerse en la incómoda situación de autoincriminación.

El desencadenante, más allá de los manejos de los medios de comunicación, fue la decisión de Rafecas de darle curso al pedido del fiscal Carlos Rívolo respecto de allanar el departamento que Boudou posee en Puerto Madero y que habría sido alquilado por Fabián Carosso. Si un allanamiento podía echar luz o no sobre la incidencia de Boudou en el esclarecimiento de la investigación es un misterio. Y un misterio que debería ser aceptado como parte de las reglas del juego: si un juez o un fiscal competentes tuvieran que dar explicaciones de cada medida, estaríamos ante una Justicia sin capacidad de revelar misterios más importantes que la incomodidad de una medida.
Mientras el procedimiento avance, tanto mejor para todas las partes, incluyendo a Boudou. Ahora, si, como se afirma, Carosso no estuvo en Buenos Aires más que 60 días en los últimos tres años, que las expensas las pagaba Vanderbroele, que a su vez es amigo de José María Núñez Carmona, Vanderbroele y también de Boudou, la cosa es más complicada. Si, como afirman, no hay un contrato de alquiler mediante, entonces las sospechas de que el departamento de Boudou era utilizado por Vanderbroele y no por Carosso, pueden tener más asidero. Seguramente, así como Rafecas dio curso al pedido del fiscal de allanar el departamento, en este caso tendrá la sensatez de buscar a Carosso para que declare –en el lugar donde esté– si realmente alquiló ese departamento y para que acredite el contrato. Se supone que nadie alquila un departamento tan caro sin la documentación pertinente.

A veces la microfísica de las cosas simples, despojadas de bandos y pertenencias a grupos de poder o de mafias, permite entender al común los motivos concretos del litigio. Porque si todo debe explicarse por complots y conspiraciones, la democracia retrocede a épocas donde se pisotearon los derechos y la independencia de poderes. Todo esto, dicho en metáfora futbolística, es poner la pelota bajo la suela, enfriar el partido y no pensar en la tribuna o en los directivos del club sino en el partido mismo.

Si por cada medida procesal que tome un juez, alguien que ni siquiera es imputado decide cargar contra infinidad de personas, se pierde el sentido del Derecho que señala básicamente la igualdad ante la ley, sea cual fuere su lugar en la sociedad.
Algunos sostienen que es una pena que Boudou y Rafecas confronten porque ambos pueden ser considerados parte de un proceso de cambio de la Argentina. Pero esa mirada es por lo menos ingenua. Los jueces, a pedido de los fiscales, tienen que instruir y entender si cabe o no elevar a juicio oral. Deben tomar todas las medidas procesales para no dejar margen de dudas respecto de la seriedad de sus decisiones. Y las personas tienen el derecho de dar explicaciones una vez que reciben una comunicación que justifique la asistencia de un letrado. Lo demás, lo que circule por los medios o los grupos de influencia, no debería modificar el temperamento de jueces y fiscales.
Lo que piense o sienta cualquier persona –incluyendo este cronista o cualquier otro que llene páginas sobre el tema– respecto de qué puede pasar o qué es justo que pase, se basa apenas en prejuicios o en esa pequeña sensación de poder que significan el manejo de los trascendidos o el acceso a papeles reservados. Lo importante es que la Argentina vive en una democracia plena, hay garantías procesales vigentes y no hay motivos para mancillar la conducta de las instituciones.

Repercusiones
Oficialismo, oposición y otros

Me parece que este tema se inscribe dentro del conflicto político central de la Argentina. Que es el conflicto entre un gobierno popular que ha encarado una política totalmente distinta de la que se ha encarado en los últimos 40 años y un poder económico que reacciona porque no está acostumbrado a que se lo contradiga”, reflexionó Carlos Raimundi. “El marco general es la intolerancia por parte de los poderes financieros y mediáticos con relación a la marcha de un gobierno independiente. Sería muy ingenuo no pensar que estamos en presencia de una cuasi conspiración. Se quiere volver a instalar el clima destituyente de 2008. Más allá de las distintas interpretaciones que pueda haber dentro del Gobierno sobre el juez Rafecas y sus actuaciones, este problema se inscribe en la lucha de poder entre las corporaciones y la política”, agregó el diputado nacional por Nuevo Encuentro.

“Boudou está sufriendo una embestida del poder corporativo, que tiene como único fin deslegitimar el triunfo electoral del 54 por ciento de los votos. Cuando se tocan intereses de los poderosos aparecen estos ataques. El allanamiento a una propiedad que no habitaba Boudou es una expresión contundente de la embestida. Estamos desarmando privilegios, como por ejemplo con la estatización de las Afjp que cobraban comisiones enormes”, afirmó sobre el tema Agustín Rossi, jefe de la bancada en Diputados del Frente para la Victoria.
Desde la oposición, Ricardo Gil Lavedra, titular del bloque de diputados del radicalismo, afirmó: “Las declaraciones del vicepresidente sobre los medios y el juzgado interviniente en la investigación resultan lamentables e institucionalmente graves”. Por su parte, su compañero de bloque Ricardo Alfonsín aseguró: “Me alarmó y me preocupó muchísimo la conferencia de prensa del vicepresidente porque se perdió una oportunidad de responder a las inquietudes que tiene la opinión pública sobre su vinculación en el caso Ciccone. Le diría a Boudou que debe facilitar la tarea de la Justicia y someterse a ella”.
También la Comisión por la Memoria hizo pública su posición, en este caso en relación con el juez Rafecas. Lo hizo mediante un comunicado: “A través de estas líneas manifestamos nuestro público acompañamiento al juez federal Daniel Rafecas. La CPM sostiene que el doctor Rafecas es un juez que ha demostrado capacidad y firmeza en la investigación de crímenes de lesa humanidad cometidos en la ejecución del plan de exterminio de la dictadura cívico militar, particularmente en la mega-causa conocida como ‘Primer Cuerpo de Ejército’. Su actitud moral y ética, su compromiso inclaudicable con los valores esenciales de la condición humana, su fraternal y solidaria disposición para con las víctimas de la dictadura y sus familiares, sumados a su solvencia académica, hacen de la persona de este magistrado un motivo de orgullo para la Justicia argentina”, puntualizó el colectivo.

Fuente : Miradas al sur