Esto establece que el espacio de interpretación del acontecimiento es más amplio que el que se transita en estos días por los medios de comunicación masivos dominantes. Una vez más, la economía y las finanzas son un andarivel angosto, demasiado exiguo, para comprender a la política como entidad compleja. Es
indudable que esto se inscribe necesariamente en el espacio de lo político, pero con mayúsculas, lo político como decisión histórica que atraviesa los tiempos hacia el pasado de la Argentina moderna y hacia el futuro. La cuestión no es del orden táctico sino del orden estratégico que
condiciona lo político, lo económico y lo social. No se trata solamente de recuperar el autoabastecimiento como un fin en sí mismo, sino alcanzar independencia económica volcando mayores recursos a la distribución.
Desde la epopeya de la fundación hasta esta recuperación, se revive la lucha de muchos argentinos que, desde el nacionalismo, el peronismo, el radicalismo, las izquierdas y sectores independientes, han luchado por la redención de YPF como empresa estratégica en el desarrollo nacional.
Se contrasta en esta decisión lo injusto para la gloriosa historia del pueblo español que el
nacionalismo hispano haya capitulado a los pocos minutos, con el requerimiento indemnizatorio. Pero, el capitalismo es así, su única bandera finalmente, es aquella que tiene los colores universales de la moneda que hoy blande como un pendón el presidente de Repsol. Esta confusión, impertinente para muchos de nosotros, entre patria y empresa, deberán explicarlas ellos a un pueblo que hoy es víctima del neoliberalismo.
En la dinámica interna, una vez más el gobierno de Cristina F. de Kirchner ha puesto a la oposición contra la pared y la obliga a seguirla, o a oponerse pero como un contragolpe inocuo, y lo hace sobre la base de un valor querido y respetado por la sociedad nacional. Las contradicciones, que
existen, confrontando con el pasado privatizador de los ’90, es señalado por aquellos que no han gobernado y no gobiernan. Llenan con retórica cargada de pureza ideológica el vacío de condicionamientos y circunstancias, a favor de este distanciamiento en el ejercicio de poder. Lo que no hay duda es que este paso plantea al gobierno la necesidad de consolidar claramente una nueva matriz productiva hacia las próximas décadas en un mundo que no tiene nada que ver con los ’90.
Ahora, se abren una serie de interrogantes que emergen de la letra chica de la legislación a aprobarse y que involucran la resolución societaria de una empresa que mantendrá la naturaleza jurídica de sociedad anónima. Es imprescindible que los legisladores miren
con lupa el proyecto, ya que los vericuetos del afán rentístico de los accionistas los desentiende de la cuestión soberana. Y por si esto fuera poco, queda por delante un largo debate con Repsol sobre el valor de las acciones. Esta decisión nos pone más en línea con la región ya que la mayoría de los países del sur tienen empresas con fuerte participación pública o totalmente estatales. A partir de ahora, YPF podrá lo
grar mayor articulación con empresas
latinoamericanas, sin considerar tanto el interés multinacional privado. Las quejas de los representantes de los centros hegemónicos internacionales se producen, por lo que entienden, como violación de los principios contractuales que sostiene el capitalismo. Y si bien, los emisores son muy poderosos están pasando por un momento de debilidad por la
virulencia de la crisis sistémica. La multipolaridad, el desplazamiento de la hegemonía mundial genera condiciones más favorables para que el Estado
incursione más sobre el desarrollo nacional. Ellos hacen política, defienden sus intereses; nosotros también.
Fuente : Tiempo Argentino
2 comentarios:
Tenemos que ver la situación de los trabajadores, Javier. Hoy hice un post al respecto. Para la segunda parte tengo datos de que la cosa para algunos (tercerizados mayormente) ha sido bastante grave.
Sólo el peronismo es capaz de semejantes cosas. Los progresistas acompañan. Y eso sí, bajan línea porque el peronismo parecería carecer de línea.
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