ECONOMIA
La recesión en la industria ya está entre las más prolongadas desde el
fin de la convertibilidad hasta ahora, sólo superada por la bancarrota
de 2001. Acumula 15 meses con una caída del 10%. De persistir esta
tendencia en lo que resta del año, la recesión industrial "promete
erigirse como la de mayor extensión de la década y acercarse a dolorosos
niveles" (Ambito, 21/10).
El empleo y los salarios han caído: desde julio de 2013, hay 485.000
empleos menos; de los cuales, el 84%, corresponde a los meses del
presente año. Si sumamos ocupados y subocupados, totalizan 2.400.00
personas, el 16,7% de toda la mano de obra. Las estadísticas ofíciales
no incluyen a los que se desempeñan en planes sociales. Si se los tomara
en cuenta, la desocupación sería de 4 millones de personas. Por otro
lado, hay un descenso pronunciado de los salarios "que se ubica en
promedio en torno al 7,7%, que se agrava llegando al 11% de los
trabajadores no registrados y que sube al 14% para aquel sector de los
asalariados afectado por el impuesto a las ganancias" (La Nación,
23/11). El retroceso es la principal razón de la recesión. En la
industria automotriz, ha bajado un 40% la compra de autos en el mercado
interno, mientras que las exportaciones han caído en mucha menor medida.
Vaciamiento de las reservas
El gobierno le adeuda al Banco Central 48.500 millones de dólares y
224.000 millones de pesos, que equivalen a 26.750 millones de dólares.
En total son 75.250 millones de dólares, más de dos veces y media las
reservas internacionales brutas del BCRA, que rondan los 28.100 millones
de dólares, incluyendo los yuanes chinos.
El año próximo, el BCRA deberá darle al gobierno 11.889 millones de
dólares para pagar los vencimientos de la deuda pública. También deberá
entregar 85.000 millones de pesos por utilidades contables y más
"adelantos", por 62.000 millones de pesos. Esto no incluye las
obligaciones externas del sector privado. La deuda con los importadores
asciende a 5.000 millones de dólares por transacciones con el exterior
ya concretadas -algunas fuentes llevan esa cifra a 10.000 millones de
dólares.
Cuentas en rojo
El déficit fiscal se ha disparado un 170%. El pago de la deuda, los
subsidios y las firmas públicas impulsaron la suba. "El déficit de 2014
superará los 150.000 millones, con ayudas del BCRA y Anses por 140.000
millones -casi triplicando el rojo de 2013- que se cubrirá con más
emisión y deuda" (Clarín, 20/11). Esta emisión parasitaria echa leña al
fuego de la carestía que ya supera el 40% anual, pese a la caída de la
demanda. El gobierno pretende achicar el rojo con un nuevo tarifazo
-esta vez, de la electricidad-, suprimiendo los subsidios y aumentando
un 300% las tarifas. Pero esta medida, como ya ocurrió con el gas, no
redundará en una baja de los subsidios.
Deuda
El país no cuenta con los dólares para afrontar los vencimientos de
2015. El superávit comercial ya no alcanza para pagar los intereses de
la deuda pública y privada. Hasta septiembre, el superávit por ese
concepto ascendió a 6.500 millones de dólares, que hubiera sido aún más
reducido en caso de no haberse restringido las importaciones. Los pagos
por servicios, turismo, giro de utilidades (favoreciendo a varios grupos
empresarios, ya que se hizo la vista gorda al cepo), la fuga de divisas
y los intereses de la deuda, insumieron 10.000 millones de dólares. A
esto hay que sumarle los vencimientos de la deuda. "Con préstamos del
Banco Central, Banco Nación, Anses y organismos internacionales, queda
un bache de 6.000 millones en lo que resta de 2014 y otros 17.000
millones en 2015" (Clarín, 5/7).
Conclusión
El precio de la "paz cambiaria" ha sido un sensible aumento de la tasa
de interés, que ha encarecido el financiamiento del Estado. Los
desequilibrios de la economía se han acentuado. Hay un derrumbe
económico a la vista de todos.
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