Denunciamos la represión de la Gendarmería de Berni
La Gendarmería continúa reprimiendo a los trabajadores de la 60, que reclamamos por 53 compañeros despedidos. Desmentimos que hayamos sido nosotros los responsables de los más de 18 heridos. Fue la Gendarmería la que, con un operativo de cientos de efectivos, nos cercó en la Panamericana para impedirnos ejercer nuestro legítimo derecho a la protesta, y nos desalojó golpeándonos con bastones, tirando balas de goma y gases lacrimógenos.
Nuevamente, han herido periodistas, y roto cámaras de medios de comunicación para ocultar su brutal agresión.
Actualmente, hay 5 trabajadores detenidos: reclamamos su libertad. Convocamos a todos los medios a la conferencia de prensa y audencia pública que íbamos a realizar a las 14hs frente al Congreso de la Nación se mueve a 197 y Panamericana.
Basta de represión.
Que el ministerio de trabajo convoque a una reunión para reconocer la legitimidad de nuestro reclamo gremial e intimar a la empresa a dar respuesta a nuestros reclamos.
Cuerpo de delegados y trabajadores de MONSA, Línea 60
Contacto:
Esteban Simonetta, 11 6479 7500
Santiago Menconi, 11 3041 2626
Iván Iza, 11 6857 2324
Néstor Marconín, 11 6480 0700
Edición Impresa #1373 | Por Equipos de UTA del Partido Obrero
Para que la 60 triunfe
El conflicto de la Línea 60 comienza su cuarta semana, instalándose
como un centro de resistencia popular, rodeado de la solidaridad de
gremios, delegados y organizaciones sociales, políticas y juveniles.
Se ha realizado un corte del Puente Pueyrredón y dos masivas
movilizaciones obreras a la Secretaría de Transporte y al Ministerio de
Trabajo, sin que el gobierno haya movido un dedo para solucionar la
parálisis de un servicio público que transporta 250 mil pasajeros por
día.
Por el contrario, hizo correr una intervención judicial del juzgado de
Servini de Cubría, que estableció un cerrojo de la cabecera de
Constitución, donde permanecen una treintena de trabajadores como
rehenes de la Policía Federal. El que salga no puede reingresar al
predio y ya se han manifestado necesidades de atención médica y
alimentos, cuyo ingreso es retaceado por el bloqueo policial. Otro
tribunal de provincia impuso la vigilancia de la cabecera de Maschwitz
con custodia policial. Allí, un operativo de fractura del conflicto, por
medio de la salida de unidades conducidas por carneros, vinculados con
la UTA, está siendo resistido por los trabajadores.
La absoluta indiferencia del gobierno y sus ministerios, responsables
ante un conflicto de semejante magnitud, sólo puede entenderse como un
apoyo total a la estrategia de la empresa Dota, que se propone quebrar
al cuerpo de delegados antiburocrático, y en particular al activismo de
la cabecera Constitución, donde se han producido la totalidad de los
despidos y se ha concentrado el operativo policial.
El origen del conflicto fue una avanzada de la patronal, que planteó al
cuerpo de delegados que iba a producir una limpieza de personal, sobre
la base de despidos invocando el artículo 45 de la Ley de Contratos de
Trabajo -esto es, sin causa, haberes a disposición, práctica erradicada
de los usos y costumbres de la línea. Lo que habla de la intención
patronal de encarar una reestructuración de la línea, para lo que
necesita domesticar a la representación gremial.
Despidió a un primer chofer con esa modalidad. La resistencia de los
trabajadores, con una medida de tres días de no cobro de boleto (Sube)
fue respondida con un lock-out de la patronal, que abandonó las
cabeceras, retirando a la totalidad de administrativos e inspectores y
despidió a 46 choferes más. Todo hace pensar que, mientras retoma el
control de las cabeceras, se juega al desgaste de los trabajadores para
comenzar a sacar unidades conducidas por carneros de la línea o de
afuera.
Los trabajadores, por su lado, tienen un pliego de reclamos de larga
data, aparte de la reincorporación de todos los despedidos: los 47
actuales y otros tres de tiempo atrás, con juicios de reinstalación.
Entre ellos, el cobro de los sueldos no pagados a los delegados, la
restitución de ítems salariales suspendidos y condiciones perdidas de
trabajo.
La UTA ha fracasado en un primer intento de organizar el carneraje de
la lucha y ahora declara que firmó en el Ministerio de Trabajo una
conciliación con los últimos 47 despedidos trabajando. Pero los
delegados denuncian que no han sido notificados ni invitados a una mesa
de negociación, como condiciones mínimas para considerar alguna
propuesta.
Los trabajadores siguen firmes en las cabeceras, organizan la
permanencia con carpas, fogones y alimentos y se organizó un festival
solidario de rock el domingo 19. Choferes de Ecotrans vienen apoyando,
junto a otras líneas, todas las medidas, y jóvenes de la UJS y el
Partido Obrero colaboran con el fondo de lucha y la organización en las
cabeceras. Locales de la zona sur de Capital organizaron una gran
volanteada y recolección de un fondo de huelga en la cabecera de varias
líneas en Pompeya, ante la mirada amenazante e impotente de elementos de
la pesada de la UTA.
Llamamos a redoblar el apoyo a los compañeros de la 60. Extender la
lucha y aumentar la movilización con una gigantesca marcha obrera y
popular al centro del poder político en Plaza de Mayo.
¡Fuera la policía de las cabeceras! Por la reincorporación de todos los
despedidos, el pago de los días caídos, el pleno reconocimiento a la
actividad gremial y la restitución de haberes.
Foto: Nico Bartolucci
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