Más allá de los términos con los que el gobierno acuñó la moción de
rechazo al paquete de rescate que pretendía imponer el llamado Eurogrupo
a Grecia, el vigoroso NO del pueblo griego a ese paquete, el domingo
pasado, puede ser calificado como una rebelión popular contra la llamada
troika que integran la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el
FMI. Este trío siniestro del ajuste había desarrollado una fuerte
campaña por el SI, no ya en términos mediáticos sino forzando al cierre
indefinido de los bancos, en lo que puede ser calificado como un
verdadero estado de sitio económico contra Grecia. En esta ofensiva, la
troika había insistido en que el referendo carecía por completo de
contenido, pues retiraba de la negociación el paquete de medidas que se
ponía a votación. La victoria del NO sacudió a los pueblos de Europa,
sometidos a la misma política de salvamento de la banca y del
capitalismo por medio de la sangre, sudor y lágrimas de los
trabajadores.
NO - SI
Conforme con los términos de su propia política, el gobierno de Grecia
se apresuró a anunciar la intención de reanudar las negociaciones con
el Eurogrupo, sin reclamar antes el levantamiento del bloqueo su sistema
financiero por parte del BCE. O sea que aceptó como marco el cuadro
extorsivo que precedió el referendo. Enseguida desplazó a su ministro de
Economía, Yanis Varoufakis, al que dos meses antes había sacado de su
función de negociador ante el Eurogrupo, en el entendimiento de que era
una figura molesta para los acreedores. El agudo corresponsal de Clarín
en Bruselas, Idafe Martín (7/7) observó que "Tsipras (el primer ministro
de Grecia) consiguió reforzar su posición. El referéndum silencia al
ala radical de su partido, Syriza", o sea que ha sido usado para
neutralizar a quienes se oponen a un compromiso capitulador con el
Eurogrupo y no como un arma de lucha contra el asedio contra Grecia. En
la misma línea informa que Tsipras "ayer arrancó a toda la oposición
democrática un apoyo explícito a su negociación que incluye un pedido
común para renegociar la deuda". Se trata de un giro político de primera
magnitud porque establece una coalición con los partidarios del SI,
agentes del Eurogrupo, que salieron derrotados del referendo. Asistimos a
una maniobra clásica del bonapartismo inestable: por un lado, una
alianza con los socios de los acreedores contra la rebelión popular,
luego de salir fortalecido por esa rebelión popular, por otro lado,
frente a los acreedores internacionales. "No sólo perdieron los duros
europeos, sino también los halcones del gobierno griego", añade de su
cosecha Marcelo Cantelmi, columnista del mismo diario. "Los duros
europeos", sin embargo, no han perdido su espada de Damocles sobre los
bancos de Grecia y por lo tanto sobre el condicionamiento de la vida
cotidiana de la población griega.
Como lo explicó Varoufakis ante el Eurogrupo, el 27 de junio pasado,
con una claridad merecedora de mejor destino, la crisis que provocó la
ruptura con el Eurogrupo y el llamado al referendo no fue de ningún modo
un desacuerdo sobre las disposiciones establecidas en el paquete de
rescate. Lo que puso en un callejón sin salida al gobierno de coalición
de Syriza y los clericales de Anel, fue la cláusula que establecía un
sistema de vigilancia mensual de los términos del acuerdo y de entrega
en cuotas del dinero del rescate. Esto convertía a Grecia en una colonia
financiera directa de la troika. En ese mismo discurso, el ministro
justificó el referendo como la única forma viable para seguir negociando
el rescate, que de otro modo no hubiera pasado la votación en el
parlamento con los votos propios. El inspirador del referendo da ahora
un paso al costado para obtener una libertad vigilada de los acreedores
que sea menos exigente.
Bancarrota
El otro que puso un grano de arena para aceitar una capitulación de
Grecia fue el FMI, al dar a conocer un informe que asegura que la deuda
helena es impagable sin una reducción del 30% de su monto y una
extensión considerable de los pasos. En rigor, este planteo ya era
conocido desde hacía semanas, y el gobierno griego lo había declarado
inadmisible, porque funcionaba como pretexto para exigir, como
contrapartida, un ajuste mucho más duro contra los trabajadores. Syriza
había calificado al FMI como el enemigo principal, porque el Eurogrupo
era más componedor con las cláusulas que establecen reducciones de
gastos sociales y aumentos de impuestos al consumo. Como quiera que la
deuda es impagable y que Grecia carece de financiación, la propuesta del
FMI es simplemente abstracta. Grecia necesita, a la vez, sacarse de
encima la carga de la deuda y reconstruir su economía sobre nuevas
bases, o sea desarrollar una alternativa anticapitalista.
El impasse político sigue, de todos modos, enteramente en pie, debido a
que el sistema bancario ha dejado de funcionar y a que no podría ser
revitalizado por inyecciones de liquidez. Un levantamiento del corralito
llevaría a la última fuga de dinero. El activo de los bancos está
poblado de títulos públicos sin valor y de créditos incobrables de cerca
del 50% -que en la dinámica de la quiebra llegarían al ciento por
ciento. Por el lado del pasivo se encuentran los depósitos de clientes y
la deuda con el Eurosistema, que integra al conjunto de los bancos
centrales nacionales de la zona euro. La reconstitución del sistema
monetario bajo las condiciones capitalistas implicaría una intervención
del BCE al Banco Nacional de Grecia y un fortísimo ajuste antipopular.
Acción directa
En las horas que siguieron a la victoria del NO circuló profusamente
en la redes el reclamo de tomar el Banco de Grecia y desarrollar comités
populares de base. En la cúpula ocurrió lo contrario: el primer acto
del nuevo ministro de Economía fue reunirse con el presidente del Banco
Central del país -el mismo que había alentada la corrida bancaria con
declaraciones catastrofistas dos semanas atrás. La introducción de la
posibilidad de una quita de la deuda griega, por abstracta que sea para
el destino de Grecia, acentuará sin duda la onda expansiva de la crisis
griega en el cuadro financiero internacional, y por lo tanto la onda de
la crisis política en Europa. Detrás de este escenario opera algo aún
bastante más trascendente: la imperturbable caída de las bolsas de
China, estimuladas durante casi un año por una cascada de créditos para
la compra de acciones en el margen. Esta situación compromete al
conjunto del sistema bancario de China, donde opera una banca paralela
sin cobertura ("en las sombras") financiada incluso por los bancos del
Estado.
La consistencia del prematuro bonapartismo griego será puesta a prueba
en las próximas semanas, incluida la posibilidad de una reversión de
las alianzas políticas. Hay en desarrollo una rebelión popular pero
todavía no una disposición en las masas a disputar el poder político. El
desarrollo de esta capacidad de lucha por el poder dependerá de un
conjunto de factores: la lucha contra los nuevos acuerdos de ajuste; la
crisis en la cima del poder; la crisis europea en su conjunto (España,
Italia y, en definitiva, Alemania); y el movimiento de las masas en el
conjunto de Europa.
----------------------------
Ultimátum de la Troika
Una reunión de emergencia de los dirigentes europeos llamada para
salvar el rescate financiero de Grecia se rompió con recriminaciones el
martes por la noche, con funcionarios advirtiendo que Grecia tiene cinco
días para evitar la bancarrota.
Los dirigentes europeos fueron cáusticos en su apreciación de las
propuestas de Grecia. Expresaron su enojo porque fueron planteadas en
forma oral, sin un escrito que las detalle. El presidente de la Comisión
Europea, Jean-Claude Juncker anunció que Europa tenía planes precisos
para el caso de una salida de Grecia de la eurozona. Es lo que ocurrirá
-dijo- si el gobierno de Grecia no hace lo que esperamos que haga.
El primer ministro Tsipras expresó una opinión diferente acerca de la
reunión: dijo que fue positiva y que había delineado un acuerdo
socialmente justo y económicamente viable.
Este relato tan diferente sugiere lo difícil que será llegar a un
acuerdo a tiempo para sacar a Grecia del filo del abismo que ambas
partes han dicho durante meses que están desesperados por evitar.
Washington Post vespertino (7/7)
----------------------------
Del NO al SI
Al momento de cerrar esta edición, Atenas habría presentado al
Eurogrupo una propuesta ‘mejorada’” (Ambito, 7/7). La última propuesta
formulada por Tsipras, previa a la consulta, ya contenía aumentos del
IVA, rebajas de jubilaciones e incremento de la edad jubilatoria, y la
aceptación de superávits fiscales crecientes, aproximándose a las
exigencias de los acreedores.
La nueva movida viene acompañada por un compromiso que el
gobierno acaba de rubricar con los partidos de la oposición a favor de
una nueva ronda de negociaciones con los acreedores. Uno de los
firmantes de este compromiso, el nuevo secretario general de Nueva
Democracia -el partido conservador que antecedió a Syriza en el
gobierno-, anticipó que “será necesario tomar posiciones difíciles, y en
estos momentos los líderes políticos deben ser honestos y no decir
cosas que gustan a sus electores” (ídem).
El apoyo de otras fuerzas (la coalición centroizquierdista To
Potami, así como la nacionalista de derecha Griegos Independientes, o
incluso del Pasok o Nueva Democracia), cambiaría la base política del
gobierno. Toda la estrategia de la Unión Europea (UE) apunta a forzar la
formaci7ón de una nueva coalición política. Tsipras alienta este
giro, consciente de las divisiones y choques que existen en su
propia tropa.
Pablo Heller
No hay comentarios:
Publicar un comentario